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CON LOS CAMPEONES

Noche inolvidable

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Mario Emilio GuerreroSanto Domingo

La noche del pasado jueves, en un magnífico escenario preparado en el salón Cacicazgos, del hotel JW Marriott Santo Domingo, la Galería de la Fama del Tenis Dominicano celebró su Gala de Reconocimientos 2017. En la actividad, se rindió un merecido homenaje a un selecto grupo de dirigentes y propulsores del tenis de nuestro país, como reconocimiento y testimonio de gratitud, por su destaca trayectoria eportiva y ciudadana, y su contribución a la formación de la generación de jugadores de las décadas de los años 60, 70 y 80, que sentó las bases del desarrollo de esta disciplina en la República Dominicana.

Reconocidos Las personalidades distinguidas fueron, Carmen Jane Bogaert, Aminta Thormann de Gómez, George Arzeno Brugal (In Memorian), Papo Menéndez, José Ravelo Álvarez, José León Asensio y Carlos León Pumarol. En la Gala también fueron homenajeados los inmortales del deporte dominicano Joelle Schad, Rafael Moreno y Emilio Vásquez por sus extraordinarias carreras tenísticas.

Emociones y nostalgia

Fue una noche plagada de emociones y la nostalgia llenó el ambiente. Abrazos, sonrisas y lágrimas formaron parte de la espontánea alegría de reconocer el rostro de alguien que hacía mucho tiempo que no veíamos. La tertulia previa a la Gala fue tan emotiva como la propia Gala, que se caracterizó por su solemnidad y las enternecedoras palabras de los homenajeados.

Momento conmovedor Todos vivimos un momento conmovedor, cuando el público, puesto de pie, aplaudió a José Ravelo, reconociendo en él al más destacado propulsor del tenis dominicano de la historia. Muchos no pudieron contener las lágrimas, cuando al ser llamado para recibir su reconocimiento, José caminó lentamente hacia el escenario del brazo de su esposa Georgina, su compañera de toda la vida, ambos lentos y frágiles, acusando el paso inexorable de los años.

Palabras impactantes Otros acontecimientos estelares fueron protagonizados por doña Carmen y don Carlos, al dar las gracias por el reconocimiento de que eran objeto. Doña Carmen hizo una dramática exhortación a los padres para que incentiven a sus hijos a practicar algún deporte, como ella había hecho con los suyos, que fueron destacados tenistas. Don Carlos, con voz quebradiza, destacó que los dirigentes de su época habían mantenido un tenis blanco (inmaculado) y que ese era su gran legado para las siguientes generaciones. Estas intervenciones arrancaron aplausos de la nutrida concurrencia.

Evento especial La realidad es que todo resultó especial, desde ver desfilar a la niña Sofía Félix Conde,

cuarta generación de tenistas de la familia Gómez-Thormann, representando a su bisabuela, doña Aminta hasta escuchar sus hermosas palabras de gratitud transmitidas por su hijo Gustavo. Igual de impresionantes fue la participación, en representación de sus parientes, de las hijas de don José León y Papo Menéndez, Erika Vilain y Lidia León Cabral y del sobrino de don Georgie, José María Cabral Arzeno. También tuvieron una gran acogida los reconocimientos a Joelle, Giovanny (Moreno) y Emilio, que ante la sorpresa que significó la distinción que recibieron, se desbordaron en agradecimientos.

Sin precedentes La celebración de la Gala logró reunir a figuras históricas del tenis dominicano de los años 60, 70 y 80, jugadores, dirigentes y amantes de este deporte, que disfrutaron de un memorable reencuentro, tras décadas sin verse muchos de ellos. Fue un acontecimiento que no tiene precedentes, ya que nunca antes, tanta gente ligada al tenis se había reunido para compartir en una actividad. Incluso hubo quienes viajaron expresamente desde los Estados Unidos para asistir al acto. Ese fue el caso de Evelyn Castillo, Yoli Bernal y Rosa Mirtha Espaillat.

Recuerdos Me tocó el privilegio de pronunciar el discurso principal de la Gala y les confieso que cuando vi frente a mí a todas esas caras, me pareció como si el tiempo hubiera retrocedido 30, 40 años atrás y de nuevo nos encontrábamos jugando y compartiendo en las canchas del club Naco o de la Bocha. Cuantos sentimientos a flor de piel en ese instante.

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