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Rompiendo barreras

Maritza Castro es una mexicana que labora como fisioterapeuta del Escogido

Fuera de las líneas de cal, en el equipo de los Leones del Escogido hay una persona que de manera anónima viene realizando una encomiable labor en una área que estaba reservada para los hombres y todo luce indicar que algún momento tocará las puertas de Grandes Ligas.

Se trata de Maritza Castro, una fisioterapeuta mexicana que está en su segunda temporada con el conjunto escarlata, donde ha sido muy bien aceptada por todos a pesar de las limitaciones que enfrenta porque está en un equipo de hombres, con áreas diseñadas exclusivamente para ellos.

“Todos los peloteros la han aceptado de una forma muy buena, muy profesional”, declara Vladimir Marte, quien tiene nueve años como médico de los hoy campeones nacionales.

“Maritza es una mujer que sabe diferenciar las cosas y tiene su ética moral para manejarse entre todos ellos”, argumenta.

“Ella es muy inteligente y está perfilada a ser una trainner en Grandes Ligas en años futuros”.

Esta simpática y elegante dama de 34 años de edad está acostumbrada a jugar y a trabajar mayormente con hombres.

Como fisioterapeuta o kinesióloga ha prestado sus servicios en las universidades de California y San Francisco State con sus representativos de baloncesto, fútbol américano y lo propio hizo en su natal México con un equipo profesional de balonpié.

Cómo llega Maritza a Leones del Escogido Desde el 2014 Maritza Castro realiza similares funciones en la academia de los Padres de San Digo, ubicada en Najayo, San Cristóbal, durante la Liga de Béisbol de Verano.

Como tiene interés en hacer carrera y seguir avanzando en este campo, Maritza se le acercó el pasado año a Moisés Alou, gerente general de los Leones del Escogido y asistente para Ligas Mejores del gerente de los Padres, A.J. Preller.

No tardó mucho tiempo en ser llamada por el conjunto escarlata para que realizara una pasantía y los resultados han sido tan admirables que no ha dejado de trabajar con el club, pero ya de manera oficial.

“He aprendido muchas cosas, ha sido una experiencia muy divertida”, destaca Maritza, quien es oriunda de Jalisco, “Los jugadores me respetan y vacilan mucho, pero siempre dentro del marco del respeto. Nunca he tenido problemas y pienso que es por madurez porque ya saben cómo manajejarse”.

Indica que es diferente al trabajo que realiza en la organización de San Diego con novatos de 16 años que no saben cómo manajarse.

El esfuerzo que tiene que hacer cuando llega esta temporada para cumplir con ambas organizaciones es, sencillamente, extenuante.

((Un día de trabajo Maritza se tiene que levantar a las cinco de la mañana para llegar temprano al representativo de la tradicional franquicia de la Liga Nacional. Una vez concluye allí se traslada al estadio Quisqueya, donde normalmente llega al mediodía para preparar a los jugadores antes de que comiencen a estrechar junto con los también preparadores físicos José Gómez y Ludovino Alonzo.

Luego de los juegos, ellos trabajan con los pitchers del día y otros peloteros que se lo soliciten. A eso se agregan los reportes que deben hacer al gerente Moisés y al dirigente Luis Rojas aunque todo esté dentro de lo normal, aunque no haya nuevas lesiones que tratar.

De manera, que ella está mezclando los conocimientos adquiridos en varias ligas de desarrollo con los de la Liga Dominicana, donde la competencia es mayor y, por vía de consecuencia, las lesiones a tratar.

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