Alexis Candelario es un trotamundos del béisbol

La frase “cuando se quiere, se puede” le cae muy bien al lanzador de las Estrellas Orientales, Alexis Candelario, quien tuvo que esperar 15 años para debutar en el Béisbol Invernal Dominicano. Su primer lanzamiento lo realizó el pasado domingo cuando el reloj marcó las 4:04, un strike decretado por el árbitro principal ante el prospecto Manuel Margot.

Luego de ser firmado en el 2001 por Félix Francisco por un bono de 25 mil dólares para la organización de los Padres de San Diego, Candelario es cesanteado en el 2005. Su vida automáticamente le cambió, pasando todas las vicisitudes que cualquier ser humano se pueda imaginar.

Luego de ser dado de baja por San Diego se va a México, a un equipo llamado los Misioneros de Sonoyta, en un pueblo de México entre la frontera con Arizona, viendo acción por dos años. De ahí Candelario viene al país a dejar el béisbol, pero aparece una oportunidad de representar al país en una selección AA del sector Villa Duarte, que para el 2007 viajaba a México en un torneo internacional.

Candelario viaja a México y luego del torneo se queda de manera ilegal por dos años en Chihuahua. Desde ese momento tenía que iniciar a trabajar para el sustento de él y su familia.

“Fue un tiempo difícil para mí. Yo pintaba, limpiaba patios, ayudaba a unos amigos en una taquera, pero nunca me alejé del béisbol, ya que siempre practicaba con amigos. Luego me invitaron a la Liga Dominguera, una especie de Liga Campesina, ahí cobraba 150 dólares por partido”, contó Candelario con orgullo, en el club house de las Estrellas Orientales.

“De México abandono el béisbol en el 2010 y me voy a Estados Unidos a trabajar construcción y todo lo que podía para seguir manteniéndome”, expone.

Pero el béisbol al parecer no lo quería abandonar a él. Ese mismo año volvió a México y puso grandes números. Ganó la Triple Corona de la Liga del Norte de México, con los Marineros de Ensenada, tras dejar balance de 12-0, 1.18 de efectividad y 101 abanicados en 84 innings. Además su promedio de carreras limpias fue de 0.90 en la postemporada, con 34 ponches en 30 innings, para guiar a los nautas al título.

Su trayectoria Luego, en las campañas 2013-2014 y 2014-2015, brilló con Gigantes de Rivas en Nicaragua, antes de ser fichado por ASD Rimini en la Liga Italiana de Beisbol, club con el que exhibió balance de 8-2 y 1.97 de efectividad, mientras que guillotinaba a 101 en 68.2 entradas y sus oponentes apenas le ligaban para una línea ofensiva de .158/.247/.171. Más tarde, en la Serie Final compiló récord de 2-0 y 0.68 de efectividad, en la barrida de su club 4-0 contra el Unipol Bologna, y fue electo Jugador Más Valioso.

De ahí sale su amistad con el que él considera su papá, César Suarez, excapitán de los Tiburones de la Guaira. El venezolano advirtió su presencia en el beisbol de Italia y lo recomendó a las Águilas del Zulia, pero ese equipo nunca le llamó.

Empero, casualidad de la vida el presidente de los Tiburones, Francisco Arocha Hernández, estuvo de vacaciones en Italia y fue a presenciar un partido. Como cosas del destino ese día le tocó lanzar a Candelario. Luego de una gran salida el venezolano le comunicó al que lo quería ver en Venezuela, pero que para eso debía gustarle a todo su staff.

La odisea para jugar béisbol profesional no se detuvo ahí: “Me quedaban 1200 dólares, mi pasaporte estaba a punto de vencerse y así no podía viajar a Venezuela. Me fui a Santo Domingo en un vuelo que me costó 900 dólares, al otro día fui a la Dirección General de Pasaporte y de ahí volé a Caracas. Debí hacer todo rápido porque si pasaba del día 27 de septiembre el equipo no podía inscribirme. Tuve que convencer al dirigente “Buddy” Bailey, Felipe Lira, Ramón Hernández”.

El resto es historia. Candelario completó 58.1 innings, la mayor cantidad para un tirador de la Guaira, dejó marca de 3-2, con 2.16 de efectividad, la cuarta mejor del circuito, y un WHIP de 1.29. Luego reforzó a los Tigres de Aragua en la Serie del Caribe y tampoco los defraudó.