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CON LOS CAMPEONES

Domingo inolvidable

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Mario Emilio GuerreroSanto Domingo

El domingo 16 de octubre de 2016 permanecerá en mis recuerdos mientras vida tenga. En esa fecha se celebró el ceremonial de este año del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano y por los actores involucrados, las emociones vividas y el rol que desempeñé, resultó inolvidable.

Gran estrella Joelle Schad, la gran estrella del tenis dominicano, como yo la llamo, fue exaltada ese día y me confirió el alto honor de ser su edecán. Recuerdo cuando la llamé para darle la noticia y se quedó sin habla. Sólo atinó a decirme que se sentía inmensamente feliz porque el reconocimiento había llegado en vida de sus padres, sobre todo de su papá. Desde ese momento comenzaron las emociones, que todavía perduran y nos ponen la piel de gallina y humedece nuestros ojos.

Espera valió la pena Llegó el gran día y a las 10:00 de la mañana hicimos acto de presencia en la hermosa edificación que aloja el teatro donde el Pabellón celebra sus actos, en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte. Estando allí nos condujeron a un salón junto a todas las personas involucradas en la actividad, futuros y antiguos inmortales, edecanes, los portadores de los símbolos del Pabellón y organizadores. En esa estancia Joelle y yo tuvimos que aguardar más de dos horas a que a ella le tocara su turno para ser entronizada en el Olímpico del deporte dominicano, ya que se siguió un orden alfabético y eran 15 los exaltados. Pero, valió la pena la espera, porque me dio la oportunidad de compartir y contar anécdotas, con atletas y dirigentes de la talla de Vladimir Guerrero, Luis Polonia, Luis Felipe López, Juana Arrendel, Cosiris Rodríguez, Cristóbal Marte, Humberto Rodríguez, Stanley Javier y otros más que hicieron que el tiempo pasara sin darnos apenas cuenta.

Hazañas extraordinarias Con Joelle recordé sus extraordinarias hazañas en Juegos Centroamericanos y del Caribe y en Juegos Panamericanos, que tuve el privilegio de vivir junto a ella, pues la acompañé como delegado de la Federación Dominicana de Tenis en la mayoría de los eventos en que participó, en sus gloriosos años de la década de 1990, cuando cosechó sus grandes éxitos. Disfrutamos al evocar los buenos tiempos, pero también recordamos los tiempos difíciles y sus enormes sacrificios para lograr el objetivo deseado.

Camino a la inmortalidad Seguimos la mayor parte del ceremonial por televisión y nos reímos con las anécdotas de los exaltados y dejamos escapar más de una lágrima en los momentos más emotivos de los discursos de agradecimientos. Hasta que le tocó el turno de ser entronizada a Joelle. La entrada al recinto, bajar las escaleras y luego subir hasta el escenario duró una eternidad, con los sentimientos a flor de piel.

Emociones a granel Cuando se produjo la imposición de los símbolos del Pabellón y el doctor Luis Schecker Ortiz declaró a Joelle inmortal, se me hizo un nudo en la garganta y pensé que todo su esfuerzo de muchos habían valido la pena, pues en ese instante ella recibía el más alto honor que puede recibir un atleta. Luego, cuando habló para dar las gracias a quienes habíamos contribuido a forjar su carrera tenística, así como a sus padres, sus hijos y su esposo, no pudo contenerse y lloró emocionada, haciendo a un más dramático ese instante.

Día irrepetible En fin, demasiadas emociones para un solo día irrepetible, porque oportunidades como la vivida se presentan pocas veces en la vida. Pasarán los años y otros eventos nos conmoverán y harán que nuestros ojos se humedezcan, sin embargo, ese tercer domingo del mes de octubre permanecerá siempre en un rincón privilegiado de nuestra memoria.

Chito y Tomás Dos personas a quienes aprecio y admiro, han sido homenajeadas en los últimos días. Se trata del doctor Alejandro Asmar Sánchez, don Chito y Tomás Troncoso Cuesta. A Asmar Sánchez la LIDOM le ha dedicado el recién inaugurado campeonato de béisbol profesional dominicano, por sus valiosos aportes al engrandecimiento de este evento. Don Chito fue un destacado jugador de béisbol, luego fue uno de los fundadores de la escuela nacional de árbitros y también fue asesor legal de la Federación Nacional de Peloteros Profesionales. A Tomás, el Licey le rindió un muy merecido homenaje, bautizando con su nombre las cabinas de transmisión del equipo azul en el estadio Quisqueya-Juan Marichal. Troncoso se ha ganado eso y más por su lealtad a los Tigres y su condición de gran propulsor y defensor del béisbol dominicano.

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