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BALONCESTO

Celtics buscan romper el dominio de Cavaliers

El equipo de Boston será un animador en la Conferencia Este

Dicen de Brad Stevens que además de buen coach es una excelente persona. Cuando tiene tiempo libre ayuda a un chico ciego a jugar al básquetbol, su labor altruista es constante en otros aspectos y su labor conciliadora es fundamental a la hora de mantener siempre el vestuario unido. El que fue asistente y entrenador en Butler afronta su tercera temporada con el que probablemente es el mejor equipo que ha tenido entre manos. Automáticamente, Boston Celtics está en la terna de planteles fuertes en la Conferencia Este, en ese grupo de tres o cuatro equipos que buscarán romper el dominio de Cleveland Cavaliers y LeBron James. Stevens seguirá siendo un ejemplo a seguir fuera de las duelas aunque a punto de comenzar la campaña regular, su deseo es el de traducir en éxitos su carácter de competidor afable y estratega obsesivo. Tiene madera, piezas adecuadas y una mente adaptada a los tiempos que corren.

A sus 39 años de edad, Stevens es uno de los coaches más jóvenes de la NBA. Defensor a ultranza de la tecnología deportiva, ha sabido adoptar una manera de entrenar basada en el autocontrol. Y le ha funcionado, no es fácil quedar cuarto en las votaciones a Mejor Coach del Año y él lo consiguió en 2015, durante su segundo año en la liga.

Sosiego exterior En Butler aprendió algo que siguió puliendo en los Celtics: el sosiego exterior, el dar instrucciones a sus jugadores en tono positivo y el no proyectar su tensión en los partidos, y es que está plenamente convencido de que el juego de un equipo de básquetbol tiene mucho que ver con el estado de ánimo del entrenador. Este aspecto no le hace ser menos competitivo, al revés, su cabeza está diseñada para vencer con inteligencia, a base de estadísticas y de una filosofía basada también en el trabajo defensivo.

Boston ya mostró maneras con Avery Bradley y Jae Crowder (antes de la lesión en el tobillo). Ahora con Al Horford ha encontrado a un jugador perfecto en la ecuación. Veterano, de carácter fornido en la cancha y agradable lejos de ella, un gran ala-pívot en el plano defensivo, que protege el aro con fortaleza, que sabe a la perfección dónde y cómo colocarse para destruir el pick-and-roll defensivo y crear en los ofensivos, que sabe pasar el esférico y que está capacitado para anotar desde el perímetro.

En los cinco encuentros que ha jugado durante esta pretemporada, el dominicano ha registrado 10.2 PPJ y seis RPJ. Lo que más ha sorprendido a los que no habían jugado con él es su facilidad anotadora desde cualquier punto y su férrea defensa. Son buenos números para el momento de la temporada, sin embargo, aún están lejos de a lo que nos tiene acostumbrados (15.2 PPJ, 7.3 RPJ y 1.5 bloqueos durante la temporada pasada en Atlanta Hawks; 14.3 PPJ, 8.9 RPJ, 2.7 APJ y 1.2 BPJ durante sus nueve años de carrera en el conjunto de Georgia).

Presencia de Horford La presencia de Horford también ayudará en el apartado de los rebotes. Los Celtics finalizaron en el puesto 19 de la liga el año pasado, una lista en la que deberían subir como la espuma. El delantero, Amir Johnson contribuirá en este aspecto y será el complemento perfecto para Horford; los guardas, Marcus Smart y Terry Rozier también están capacitados para ayudar en este sentido. El último dejó muy buenas sensaciones en la Liga de Verano. La presencia de Gerald Green es otro punto fuerte de los Celtics en lo que a experiencia se refiere. Será clave desde la banca junto al propio Rozier, Kelly Olynyk y Jonas Jerebko.

EL ESCURRIDIZO Cómo no, Isaiah Thomas, el armador más escurridizo, será el jugador que dirija el latir de los Celtics. Tan sólo seis jugadores fueron capaces de alcanzar 22 puntos y seis asistencias por partido durante la temporada pasada y él fue uno de ellos. Su manera de gestionar la ofensiva, de una manera dinámica y comprometida, debería ser uno de los puntos fuertes.

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