MUJERES DE GRANDES LIGAS

“Atencionando el cuerpo”

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Carolina Cruz de Martínez@miacarolina45

EL CUERPO: Los atletas son seres especiales dotados de una inteligencia corporal muy única y original. Con el tiempo desarrollan la capacidad de conocerse, administrarse y ellos mismos asimilarse. Desarrollan unos niveles de disciplina superior al del ser humano común y ordinario, pues están al frente de la máquina más perfecta desarrollada en la historia llamada cuerpo humano.

Los atletas están dotados de habilidades y maniobras que se ajustan a la disciplina en la que se embarcan. Tienen un alto nivel de enfoque y concentración, pues su responsabilidad y misión amerita ese nivel de entrega y dedicación. Pero hay un detalle muy importante, y es que el atleta necesitará tanto atencionar su cuerpo físico como su cuerpo de soporte ambiental.

El atleta no puedo solo. Necesita un cuerpo familiar y técnico. Necesita ser cuidador y cuidado, administrador y administrado. Manejar fama, dinero y poder implica unos niveles de riesgo que no todos están conscientes de ello. Aunque no todos los atletas alcanzan un nivel macro de fama y dinero, hay niveles de logros y alcance y cada uno de ellos tiene sus desafíos y riesgos. Todo se manejará y administrará mejor si el atleta entiende que así como entrena su cuerpo físico, así también debe entrenar su cuerpo de apoyo.

ENTRENANDO INTEGRALMENTE: El mismo nivel de disciplina, entrega, compromiso y consistencia que se tiene en el terreno, es necesario para manejar el otro cuerpo: familia, las finanzas, las relaciones y decisiones. Dios Padre usa la primera función del hombre de proveer y trabajar, para que comprenda como funcionar con él y su hábitat.

Los elementos añadidos al ser un jugador deben ser manejados con la misma sabiduría y conocimiento que se está adquiriendo mientras se entrena y trabaja en la perfección del talento deportivo. En la medida que conocen su cuerpo, también deben conocer todo su “cuerpo” alrededor.

El manual de vida (Biblia) nos dejó analogías con las cuales podemos identificarnos en el día a día. Y una de ellas es el concepto de cuerpo como nos lo presenta 1 Corintios 12:18-26 NTV dónde parte está base inicial.

Atenciónar el llamado de atleta no sólo implica la parte deportiva sino tener todo su cuerpo (esposa e hijos, familiares, finanzas, amistades) en su lugar, asegurándose y cerciorándose que cada miembro está en armonía él uno con el otro. Atenciónar el cuerpo es saber administrar cada funcionamiento de un órgano con el otro para un óptimo resultado final que resultará en gozo y bienestar general.

Un atleta no puede deshonrar su círculo inmediato (padres, si es soltero, esposa, si está casado) y pretender que todo va a salirle bien. Como dice esta instrucción, los miembros más débiles son los más importantes y por tanto están mejor protegidos y guardados. El atleta como cabeza de su cuerpo, debe manejar la responsabilidad integral.

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