BOXEO INTERNACIONAL
Blanco conquista faja; Linares retuvo con KO
Fuera de combate. El rey ligero Jorge Linares utilizó su experiencia y poder para detener a Cano.
El venezolano Alfonso Blanco derrotó el pasado sábado por decisión unánime al ucraniano Sergey Khomisky, logrando el título interino mediano de la Asociación Mundial de Boxeo(AMB), en una velada en la que su compatriota Jorge Linares retuvo la corona del peso ligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Blanco, de 29 años, dominó los 12 asaltos y terminó ganando el combate por puntos 117-112, 119-109 y 119-109 en el Poliedro de Caracas.
El nuevo campeón de las 160 libras continuó con su récord de invicto, ahora con una foja de 12-0, 5 KOs, mientras que Khomisky, de 41 años, lo deja en 31-11-3, 13 KOs.
Exultante, el campeón se apoderó del micrófono en el ring para dedicarle el título a los venezolanos y en particular a sus vecinos del barrio caraqueño “23 de Enero”.
Blanco se impuso con una buena exhibición de técnica e inteligencia, que sin embargo no le alcanzó para sentenciar el pleito por la vía rápida.
El venezolano será proclamado monarca el próximo 25 de octubre y deberá defender el título dentro del año siguiente a esa fecha, según había dispuesto previamente la AMB.
Nocaut de Linares En tanto, su compatriota Linares, “El niño de oro”, conservó el título de las 135 libras del CMB, tras noquear con contundencia al mexicano Iván Cano en el cuarto asalto de una pelea pactada a 12.
Linares (40, 3, 26 KOs) ya había mandado a la lona a su retador en el tercer asalto, y lo liquidó en el siguiente, redondeando una noche en la que su compatriota Mayerlin Rivas también retuvo el cetro gallo de la AMB con un triunfo por decisión unánime sobre la búlgara Galina Ivanova.
El ucraniano Khomisky, un experimentado peleador, reemplazó al ruso Dmitry Chudinov (15-1-2, 9 KOs), quien no pudo asumir el reto por una lesión en la ceja derecha.
Tras unos primeros episodios en que ambos contendores se estudiaron cuidadosamente, Blanco dio una exhibición de técnica, aunque con escasa potencia para anestesiar a su rival, que no obstante terminó con el ojo derecho estropeado.