“Me siento orgulloso del padre que tuve”

Cuando ya lo inevitable estaba muy cerca, a Mickey Mena se le imploró un último deseo. Y sacó fuerzas de donde no tenía, para complacer y despedirse de la familia.

“Si tú me escuchas, apriétame la mano”, le dijo su hijo José Antonio Mena, en una de las frías habitaciones del Centro Oncológico Heriberto Peter, desde donde Mickey continuaba dándole seguimiento a las transmisiones del béisbol de Grandes Ligas, el otro gran amor de su vida.

“Y me apretó la mano... Abrió el ojo derecho, lloró, y así murió, mirando a mi mamá y a mis hermanos”, relata el joven cronista, obra maestra del gran comentarista durante el velatorio que se le oficia en la funeraria Blandino, de la Abraham Lincoln.

Personalidades del mundo del béisbol, del empresariado y otras esferas han desfilado por la capilla “B” para dar muestras de solidaridad a la familia Mena-Oliva y el último adiós a un cultor de la amistad, de la cooperación; a uno de esos seres que en cierta medida dejan como legado que todavía puede ser posible la sana convivencia en un país que alguna vez fue posible.

“Me siento demasiado orgulloso del padre que tuve, del legado que dejó, sobre todo a los jóvenes. Siempre quería que todo el mundo fuera mejor en su trabajo”, expresa José Antonio sobre su tutor, maestro y compañero de labores en varias cadenas de transmisión, así como en los programas radiales Beisboldatos y Generación Deportiva, este último coproducido y conducido junto a Guelo y Michael Tueny en la emisora CDN Radio.

Reacciones El presidente de la Liga de Béisbol Profesional de República Dominicana, entidad que el acucioso comentarista enriqueció con sus estadísticas, con sus “Beisboldatos”, dijo que con la partida física de éste queda un gran vacío en la crónica deportiva.

“En lo personal, ustedes lo trataron más que yo, saben de su calidad humana, de su nobleza, de su bonhomía en un momento que esos valores no abundan en esta sociedad. De manera que debemos sentir profundamente la pérdida de Mickey”, resalta Leonardo Matos.

“Ahora con ustedes, el compañero y hermano Radhamés González”, recuerda el estelar narrador de béisbol sobre la forma como solía presentarlo Mickey Mena en varias cadenas en las que estuvieron juntos, como la de los Arroceros del Nordeste, en una primera etapa de la Liga de Verano en la década del 80 y luego con los Tigres del Licey, la Doraday Canes.

“Se me fue mi hermanito. No hay otra forma de describirlo”, lamenta González mientras hacía un vano intento por evitar que las lágrimas rodaran por sus mejillas.

“Mickey era una persona muy decente y educada, una persona que no buscaba conflictos”, resalta, a su vez, el veterano narrador y cronista Guelo Tueny. “Eso, hoy en día, con la agresividad y las cosas que están pasando aquí no es fácil encontrar personas con ese temperamento, siempre cooperando y nunca de mal humor”.

Tomás --El Diablo-- Montás también fue presa fácil de la congoja ocasionada por el deceso de un ciudadano de Grandes Ligas.

“No puedo más que expresar el lamento por la pérdida de una persona buena”, declara y a seguidas, con voz quebrada, su desgarrador lamento: “¡Oh Dios, por qué te llevas primero a la gente buena!”.

De igual forma, Ricky Noboa, cronista Comisionado Nacional de Béisbol, destaca “la disciplina excesiva” de Mena en su trabajo, el buen uso del lenguaje y de las estadísticas. “Eso lo hacía ser una autoridad en la materia”, argumenta.

“A Mickey lo conozco desde sus tiempos de pelotero. Seguimos compartiendo en el béisbol y verdaderamente me siento muy apenado”, señala, en tanto, el inmortal y hoy vicepresidente de Lidom, Winston --Chilote-- Llenas.

El cronista y escritor Carlos Nina Gómez también se une al consenso que califica como irreparable la partida de Mena. “Mickey fue un comedido, no tenía rechazo e impuso algo muy importante que fueron las estadísticas, porque era analista y también estadígrafo; reunía esas cualidades”.

Leo López lo definió como una excelente persona, un excelente profesional. “Pienso que la prensa deportiva pierde a uno de sus mejores exponentes de toda la historia. El béisbol, el deporte que tanto amó, pierde a una gran figura y la sociedad dominicana también”.

De su lado, Jorge Torres, director ejecutivo de Lidom y cronista de larga data también, dijo que el malogrado comentarista también deja como legado que los medios de comunicación se pueden utilizar para instruir, para enseñar.

“A Mickey debemos recordarlo como un referente de las estadísticas del béisbol. Fue un hombre que siempre estuvo a la orden de todos, sin importar la edad, la generación ni quien fuera. La prensa deportiva ha perdido a una gran columna... a un gran ser humano”.

MUESTRAS DE PESAR Los seis equipos que accionan en el torneo de béisbol --Licey, Escogido, Águilas, Gigantes, Estrellas y Toros- mostraron su pesar por el deceso de un hombre que personificaba la decencia, la sencillez, honradez, modestia y afabilidad.

Lo propio han hecho por distintas vías la Liga de Béisbol, la Federación Nacional de Peloteros Profesionales, las asociaciones Cronistas Deportivos de Santo Domingo (ACD), Santiago (ACDS), de San Francisco de Macorís. así como el Consejo de Desarrollo del Nordeste, entre otras.