Peter Beltrán lucha para ser profesional

Peter Beltrán ha encausado su vida en el tenis, un deporte en el que quiere proyectar su vida inmediata y convertirse en un profesional. Estudiar es un trámite de su vida que tiene que cumplir y completar, para hacerse de una profesión para la posteridad.

“El tenis es mi vida, mi pasión, mi todo”, dice el más novel del equipo de tenis masculino dominicano que apenas cuenta con 18 años de edad.

A su corta edad ha dejado el hogar de sus padres para aprovechar una beca de la universidad de Georgia, Estados Unidos, donde estudia Relaciones Internacionales, pero también concentra gran parte de su tiempo jugando tenis. El tenis es lo que le apasiona y como un peregrino va a diferentes eventos que pueden proyectar su carrera, la que quiere hacer tan grande como la de Roger Federer, figura que admira.

En 2014 estuvo con el equipo dominicano en la Copa Davis junto a Víctor Estrella y José –Bebo- Hernández y donde logró resonantes triunfos, además en el GT 2014, US Open, Roland Garros, según cuenta Beltrán, cuyos padres residen en Santiago, pero él comparte vida con su hermano John Patrick y unos tíos, en Estados Unidos.

Nacido de una familia de gran tradición deportiva y particularmente en el tenis, Peter quiere avanzar tanto como las posibilidades se lo permitan. “Trabajo duro, entreno constantemente, todos los días estoy en la cancha.

Estoy consagrado al tenis y no tengo otra actividad en mi vida que no sea la universidad, pero sobre todo el tenis”, añade el joven jugador que formó parte del equipo dominicano que vino a los juegos y que ganó una medalla de oro, una de plata y dos de bronce.

Quiere terminar su carrera profesional en relaciones internacionales para luego meterse de lleno en el tenis y llegar tan lejos como sus condiciones de jugador se lo permitan.

“Estudiar es lo fundamental”, pero sin dejar de jugar tenis. Beltrán practica el tenis desde los seis años de edad, siguiendo los pasos de su padre John Patrick que también jugó tenis, al igual que su hermano y sus abuelos Víctor Ventura y Xiomara Perdomo.

Sus primeros pasos los dio en las canchas de tenis del Centro Español de Santiago.