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Béisbol de ayer

Rudy HernándezNo se sabe mucho al respecto de los jugadores dominicanos que fueron pioneros en participar en las Grandes Ligas. Nos referimos a la generación actual, que por diferentes razones no tienen a mano las historias de aquellos beisbolistas que abrieron el surco para que otros cosecharan los beneficios del “glamour” de las Mayores. Aquí, en nuestra columna, ya hemos escrito anteriormente sobre la vida deportiva de la mayoría de esos atletas que supieron con mucha valentía poner en alto el prestigio y grandeza de nuestro béisbol. Pero hasta hoy no habíamos tratado sobre los antecedentes de RODOLFO ALBERTO HERNÁNDEZ FUENTES, quien fuere un destacado deportista, que intervino en baloncesto y en especial en el béisbol, en cuyo deporte primeramente actuó en defensa de los jardines y luego se convirtió en lanzador. Su desarrollo como jugador de pelota ocurrió en los Estados Unidos donde residía y más tarde en Puerto Rico y Dominicana, lugares en los cuales intervino en sus campeonatos. Nuestro protagonista nació en fecha jueves 10 de diciembre de 1931, en la ciudad de Santiago de los Caballeros, en el sector de Gurabito, cerca del Estadio Cibao. Sus padres: el dominicano Rubén Néstor Hernández Polanco y la boricua Serafina Fuentes. El viejo era procedente de La Yuca, en Tamboril. El matrimonio Hernández Fuentes procreó tres hijos, el mayor Rubén (fallecido), Rudy y Lourdes. Después de pasar la primera infancia en su ciudad natal, sus padres lo llevaron a vivir a los Estados Unidos y allí en el país del Norte, el muchacho cibaeño se dio a la tarea de estudiar y practicar deportes. Estuvo en el Colegio Seton Hall, donde progresó con rapidez en las actividades del músculo. El amigo santiaguense se ocupó a nivel escolar de jugar al mismo tiempo baloncesto y béisbol y en ambos se lucía, pues tenía condiciones de sobra para distinguirse. Rudy brilló en el deporte y tempranamente mostró su gran calidad. En el baloncesto alcanzó un promedio de quince puntos por juego, integrando el equipo principal del colegio. En la disciplina del bate y la bola, disparaba por arriba de la marca privilegiada de los 300 puntos y así empezó a llamar la atención de los buscadores de talento. Continuamos el próximo sábado.

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