Nuevas caras en el firmamento político

Nuevas caras, nuevas visiones, nuevas energías se asoman ya al escenario del sistema político dominicano, prometiendo impactarlo con sus vientos de cambios.

Como ocurre en otras esferas sometidas a las dinámicas del mundo, por ejemplo, las comunicaciones sociales, las novedades llegan y se masifican más rápido que en otros tiempos. La política, con sus partidos de emblema, no podía quedar ajena a este proceso.

De ahí que muchos se planteen, dentro de esas estructuras partidarias con liderazgos de larga data, cómo y con quiénes se producirá el relevo ineludible de mandos. Y dependiendo de quiénes sean los más carismáticos y preparados, de esas canteras saldrán los candidatos del futuro.

Liderazgo no significa ostentar o desempeñar un puesto alto o mediano en un partido. Hay gente que cree que por ser “dirigente” de un organismo del partido, es también un líder. Y lo peor es que se pavonean de eso, reclamando espacios a sus verborreas y ocurrencias en los medios de comunicación.

El liderazgo puede nacer y forjarse desde abajo, sin necesidad de cargos dirigenciales partidarios, en la medida en que la persona sea capaz de suscitar adhesiones, apoyos, entusiasmos, respeto y respaldo a sus ideas, sus acciones y a sus dones para columbrar el futuro y convencer a los demás de que lo sigan en la conquista de altos objetivos.

Como es preciso, que para dirigir el Estado, los aspirantes demuestren capacidad de manejo de los problemas macro y micro de una nación, así como voluntad de trabajo y de cambios, aquellos que cumplan con estas cualidades tendrán las mejores opciones a la hora de la lidia por las candidaturas.

Pero no caben dudas de que, en el momento actual, un momento de rápida evolución en las formas en que nos comunicamos, producimos, remediamos y construimos, el electorado procurará encontrar las fichas que encajen dentro de sus expectativas hacia el futuro entre esos llamados líderes emergentes que tienen a su cargo responsabilidades importantes con sus comunidades.

Y si no las encuentra en aquellas figuras que han ido desgastándose con el tiempo o a la zaga de los cambios, de seguro que saldrá a buscar los nuevos liderazgos en la camada de esos líderes emergentes que hoy actúan a la vista de todos, como verdaderas promesas de la sociedad, demostrando que pueden ganarse el derecho a convertirse en el “primus inter pares” del país en el 2020.