Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

Delincuencia sin barreras

La delincuencia está apelando a múltiples formas para demostrar que no existen barreras para ella, ni siquiera las disuasorias que imponen penas cada vez más fuertes ni las retaliatorias, que frecuentemente mandan a los malhechores al otro mundo.

Ahora predomina la inseguridad en las propias torres residenciales, que se suponen más preparadas o blindadas para prevenir la intrusión de los delincuentes, al registrarse varios casos en que la vigilancia ha sido burlada y los atracadores hacen de las suyas, cargados de buenos botines.

Es casi seguro que a partir de las denunciadas y frecuentes incursiones de criminales en estas torres, los condómines organizados revisen sus medidas de seguridad y las refuercen con estrictos protocolos para regular el acceso de visitantes o “delivery” de negocios que ofrecen servicios a domicilio.

Pese a que cuentan, en su mayoría, con cámaras de videos de vigilancia, la seguridad de esos residenciales está siendo vulnerada con facilidad, dándose casos en que los asaltantes ingresan por los portones eléctricos valiéndose de muchos subterfugios, y ponen bajo su dominio a los conserjes o recepcionistas, a los que obligan a llevarlos a los apartamentos que son blanco de sus fechorías.

Esto quiere decir que los lugares que se reputaban seguros y con buenos controles de seguridad, ya no constituyen obstáculos ni barreras para la delincuencia, que cada día se expresa en diversas y novedosas acciones, algunas de ellas aparentemente “importadas” de países donde han tenido éxitos.

Lo peor que puede ocurrir es que la sociedad sienta que la lucha contra la criminalidad y sobre todo el raterismo callejero, es indomable y que esto sea un aliciente, adicional al que ya fomenta el Código Procesal Penal, para que más y más personas se involucren en la actividad delictiva, fructífera e impune, pero más que nada incontrolable, que predomina en el país.

A Dios que reparta suerte para todos.

Tags relacionados