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La seguridad vial

En una estrategia nacional para defender la vida de los ciudadanos no puede faltar, como pilar básico, la seguridad vial, ya que es en las calles y carreteras donde se registran los más altos índices de muertes.

De ahí que recibamos con muchas esperanzas la creación de la Comisión Presidencial para la Seguridad Vial, de la cual deberán surgir las medidas que se aplicarán en pos de este objetivo.

Ahora mismo confrontamos un problema que parece inmanejable con el taponamiento vehicular; el rodamiento en las carreteras de vehículos con múltiples defectos; el incumplimiento generalizado de las leyes y normativas, factores que confluyen en un esquema de riesgos y peligros para la vida humana.

A este foco de riesgos debemos atacar con políticas públicas que involucren a distintas instituciones del Estado y de la sociedad civil, cuyo éxito dependerá de cuán conscientes o informados estén los ciudadanos y del consenso que se logre para echar el plan hacia adelante, sin quiebres.

Esa educación debe comenzar por las escuelas, enseñando a los niños desde temprano la importancia de conocer y respetar las leyes de tránsito, y orientando a los conductores, especialmente los choferes del transporte público, que son los principales violadores.

Por culpa de las imprudencias, las velocidades incontroladas, el consumo de alcohol y drogas, la ignorancia y la mala educación, tenemos un índice de casi 20 muertes por cada cien mil habitantes, uno de los más altos del mundo.

Se espera que dentro de dos meses, la recién formada Comision Presidencial para la Seguridad Vial esté lista con su programa de acción que, sin duda, conllevará como apoyos o refuerzos una nueva legislación que reorganice la hasta ahora atomizada estructura de instituciones dedicadas al tránsito y transporte.

Esa duplicidad de esfuerzos es también una de las causas del desorden general que existe en el tránsito, donde cada cual dispone medidas unilaterales sin que obedezcan a una estrategia global, por lo que de esa manera no llegaremos a ninguna parte: la carreta del control la empujan muchos para lados diferentes. Y por eso no se mueve.

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