Avenidas de una sola vía, al debate
Nos anima que los expertos y los ciudadanos comunes y corrientes expresen sus opiniones sobre nuestra propuesta editorial para que se establezcan vías en un solo sentido a las avenidas Winston Churchill y Abraham Lincoln, como parte de un nuevo esquema para asegurar la fluidez del tránsito en esa parte del polígono central de la capital.
Si es factible, que una eventual reestructuración del sistema abarque también las avenidas Tiradentes y Máximo Gómez, considerando las atendibles sugerencias que han hecho nuestros lectores de que se especialice un carril para transporte masivo de pasajeros.
En verdad, la capital dominicana no resiste más el esquema actual, al que ni los elevados ni los pasos a desnivel han aliviado la carga y el caos que representa la circulación de más de dos millones de vehículos cada día.
Esta capital está, como popularmente se dice, explotando con esta crisis.
Y es menester buscar soluciones prácticas, incluyendo la ampliación de avenidas y calles y otras alternativas modernas que varias capitales, con igual o menor densidad vehicular, están aplicando para mejorar la fluidez del tránsito.
En estas semanas, el Ministerio de Obras Públicas y la Autoridad Metropolitana del Transporte están realizando trabajos en ese sentido, colocando conos en algunos carriles para evitar cuellos de botella en algunas intersecciones y modificando isletas para facilitar el doblar a la izquierda.
Pero los conductores ansiosos, maleducados e irrespetuosos, están moviendo los conos, están pasandole por encima a los pilotillos que dividen las avenidas y se están burlando de cuantas disposiciones se toman para organizar el tránsito.
En esto es preciso que todos pongamos nuestro granito de arena y nuestro sacrificio para restablecer un orden óptimo en nuestras vías públicas, o de lo contrario el estrés, la desesperación y la inveterada costumbre de varios choferes a manejar como les venga en gana tornará ingrata y peligrosa la conducción vehicular.
LISTÍN DIARIO ha abierto sus puertas para que el debate sobre la conveniencia de modificar la dirección de las vías de estas importantes avenidas capitaleñas, ejes fundamentales del tránsito, llegue a un punto que permita augurar soluciones efectivas y duraderas a este problema que nos agobia a todos.