La “revista”, algo inútil hasta ahora
La “revista” es el sello con el cual la autoridad de Tránsito Terrestre certifica que un vehículo de motor cumple con los requisitos legales para poder circular por nuestras calles y carreteras.
Tanta relevancia tiene este sello, para las autoridades, que anualmente existe la obligación de renovarlo o de lo contrario el conductor o dueño de un vehículo en falta se hace pasible de una multa.
Se supone que este es un mecanismo destinado a evitar que los vehículos que no cumplen con las normativas exigidas estén en circulación, con todas sus cargas de riesgos implícitas en su maltrecha condición.
Pero, desafortunadamente, este requisito ha sido desvirtuado y ha devenido en inútil.
Acaso solo sirva para fines recaudatorios o para justificar la imposición y cobro de multas, pero no cumple su objetivo esencial que es el de garantizar que todos los vehículos de motor en uso en las vías públicas estén aptos.
Eso es lo que da lugar a que miles de chatarras o vehículos de carga de pasajeros y mercancías, como carros, camiones, autobuses, patanas y remolcadores, descalificados o inaptos para transitar sigan en actividad porque se agencian de forma tramposa la famosa “revista”, burlándonos a todos.
No parece que se aplique un criterio estricto para concederla, como ocurre en otros países más organizados y más exigentes que el nuestro en el cumplimiento de las normas, ya que cualquier porquería rodante la tiene.
Fuera de aquí existen talleres (formalmente reconocidos y registrados por la autoridad) a los que obligatoriamente tienen que llevarse cada año todos los vehículos para que les supervisen la calidad y funcionabilidad de sus sistemas, de sus piezas y accesorios de seguridad, antes de autorizarlos a circular con su “revista”.
Urge, entonces, que la autoridad correspondiente haga cumplir la ley en este sentido si es que queremos robustecer las medidas de prevención y de seguridad en nuestras vías, limpiando de paso nuestras calles y avenidas del chatarraje peligroso, nocivo y contaminante que las inunda al día de hoy.