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EDITORIAL

Basura por todas partes

El antes y el después de las elecciones ha devenido en un gran descuido del trabajo de recoger la basura en los municipios del Gran Santo Domingo y el temor es que, ante los conflictos registrados en sus respectivas sindicaturas, la tarea siga siendo postergada por más tiempo.

La recogida de la basura no debería estar supeditada a alguna definición electoral, ya que se supone que los equipos operativos de esos ayuntamientos deben estar siempre activos en el cumplimiento de ese servicio público, más allá de las rebatiñas de los partidos y candidatos en el proceso de cómputos de los comicios.

Un factor que agrava la situación, y que no ha sido debidamente explicado o justificado, es que varios contenedores que se instalaron para acumular una parte de los desechos antes de ser transportados hacia el vertedero de Duquesa, fueron retirados de sus lugares.

Obviamente, al no estar disponibles y al registrarse al parecer una caída del servicio de recogida por parte de los camiones, los ciudadanos han optado por lanzar la basura en las vías públicas, especialmente dentro de los grandes barrios de las distintas demarcaciones, no tanto en sus principales avenidas.

La presencia de estos cúmulos de basura a cielo abierto en un momento en que hay continuo flujo de lluvias es una amenaza para la salud humana, sobre todo si consideramos que sigue siendo preocupante la prevalencia de los virus del zika y del dengue en la capital.

La basura regada en las aceras y calles puede causar, pronto, el entaponamiento de los drenajes de la ciudad y agudizar los problemas de las inundaciones, como ya hemos visto que ha ocurrido en las últimas semanas pese a los intensos operativos del Ministerio de Obras Públicas en la limpieza de cunetas y drenajes.

Los ayuntamientos deben retomar urgentemente la normalidad del servicio de recogida de basura, ya que no hay razón alguna que justifique esta peligrosa desatención.

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