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¿Cuáles políticos se conectan con los “millennials”?

Por el carácter homogéneo que van adquiriendo, en todo el mundo, las preferencias concretas de los jóvenes entre 18 y 35 años, los llamados de la “generación Millennials”, es evidente que estamos entrando a una etapa en que los políticos, los líderes de los gobiernos y de la economía tendrán que acomodar sus ideas y sus agendas a estas aspiraciones emergentes.

Entre sus particularidades o modo de vida, los de esta generación son reluctantes a las compras de automóviles y casas, demoran los matrimonios y, también, la procreación. No se inclinan mucho por los estudios universitarios, sino por oficios o quehaceres que, desde las plataformas tecnológicas, les permiten emprender negocios, aprendizajes o habilidades que predominan en la era digital.

En esta campaña electoral, no se han hecho muy patentes en los discursos de los partidos y sus candidatos el punto de mira de estos líderes sobre las inquietudes y expectativas que dominan la mente y la actitud de los “millennials” dominicanos, aunque se estima que unos 700 mil jóvenes entre las edades de 18 y 24 años están aptos para votar.

Si incluyésemos hasta los que tienen 35 años de edad, la proporción sería descomunal.

¿Habrán tomado en cuenta este dato los candidatos y sus partidos a la hora de elaborar sus programas de gobierno o de “conectarse” con ellos en sus preferencias más notables?

El modelo de país que tendremos a la vuelta de diez años estará irremediablemente condicionado a lo que aspiren los “millennials” dominicanos.

A la hora de votar es probable que estos millares de jóvenes se pregunten si, al hacerlo, están actuando a impulsos de una obligación ciudadana o a una verdadera apuesta por el futuro.

Si entienden que los candidatos y sus partidos les ofrecen, con sus discursos, un mensaje que les llega directo al núcleo de sus expectativas o aspiraciones de vida, entonces se inclinarán por el que haya sabido “conectarse” con ellos. Y serán decisivos. No ahora, sino en los años por venir, porque impondrán esos gustos y esas preferencias por la modernidad por encima de lo que crean u opinen los políticos o líderes en desfase.

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