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Por fin, la carretera

Fue tenaz, incansable, la lucha que mantuvieron las organizaciones representativas de San José de Ocoa para que se completara la construcción de la carretera que conectaría a sus fértiles campos de Rancho Arriba con la autopista Duarte, a fin de darle salida rápida a la variedad de productos que se cultivan en ellos.

El tramo inaugurado ayer por el Presidente de la República, bautizado con el nombre del asesinado periodista Blas Olivo, forma parte del Corredor Ecológico Padre Luis Quinn, y enlaza dos puntos claves del Norte y del Sur para facilitar no solo la transportación de productos agropecuarios, sino la movilidad de los ciudadanos y de los turistas en especial.

LISTÍN DIARIO se sumó con entusiasmo a esa campaña hace 4 años, en la convicción de que esa vía representaba una mina de oro para la agricultura y el turismo, ya que en esa zona predominan condiciones climáticas para producir flores, vegetales, frutas, papas y otras variedades alimenticias, tanto en forma natural como en ambientes controlados, porque para eso dispone de una de las más tupidas infraestructuras de invernaderos.

Tomando en cuenta esta impresionante red de invernaderos, nos surgió la idea de proponer la instalación de una academia para la formación de especialistas en construcción y manejo de estas infraestructuras, dado el hecho de que su uso se está generalizando en zonas montañosas o propicias para la producción de las especies de clima frío.

Con la apertura de esta vía, a la cual solo le faltaría el tramo de la tercera etapa, el panorama del turismo comienza a cambiar. Ahora, de verdad, se vislumbran mejor las oportunidades para la inversión hotelera, los tours ecológicos y las villas de descanso, todo lo cual redunda en un mayor estímulo a la economía, los nuevos empleos y el comercio intrarregional.

Ahora, los productos de los mercados de exportación, y también los dirigidos al consumo interno, podrán tener salidas rápidas hacia Piedra Blanca y de ahí a los aeropuertos Cibao y Puerto Plata, a los puertos marítimos del norte o al Merca Santo Domingo, en la capital, del mismo modo en que, en ruta inversa, los productos del Cibao y del Norte pueden llegar también a los mercados del Suroeste.

Ha sido un acierto del Gobierno terminar esta vía, como insistente y respetuosamente se lo pidió el comité creado para esta lucha, y el Listín, como aliado de esa campaña, no puede menos que sentirse satisfecho de haber acompañado a los ocoeños (como también lo hacemos con los demás sureños) en sus justas y sanas aspiraciones.

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