Sin reumatólogos y con el Guillain Barré atacando

Según la Organización Mundial de la Salud, cada país debería contar con un médico reumatólogo por cada 100 mil habitantes, pero aquí resulta que tenemos menos de 20 para una población de casi 10 millones de personas.

Esos pocos especialistas trabajan concretamente en la capital y Santiago, lo que indica que el resto de las provincias no cuenta con ninguno.

Y que conste que los padecimientos asociados a las deformidades o degradaciones de las articulaciones son más de 200 y que se considera alta la cifra de dominicanos afectados por ellos.

Ahora que el síndrome Guillain Barré, que tiene un poderoso efecto paralizante en los humanos, aparece asociado al Zikavirus, es cuanto más dramática se torna la ausencia de médicos reumatólogos en todas las regiones del país.

Este déficit debería llamar la atención no sólo de las autoridades de Salud Pública sino de las universidades que forman médicos a fin de que alienten una mayor promoción de estos especialistas, en la seguridad de que podrán hallar plazas de trabajo en nuestras clínicas y hospitales.

No tenemos a la mano, por el momento, las estadísticas formales que indiquen el número de ciudadanos con algún tipo de afección en sus articulaciones como artritis reumatoide, artrosis, lupus, espondilitis anquilosante y osteoartritis, pero lo que sí se sabe es que en el caso particular de los afectados por el síndrome Guillain Barré, el tratamiento con inmunoglobulina humana cuesta un millón 200 mil pesos.

Imaginémonos que centenares de personas pobres lo padezcan. El Gobierno, aunque quisiera, no podría disponer de tantos millones para curarlos. Estarían condenados a la muerte.

Y esa sería otra gran tragedia.