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EDITORIAL

Repartamos los $25 mil dólares de Vargas Llosa

Si para el vocero de la Presidencia de la República ha resultado una “imprudencia política” la concesión del Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña al escritor Mario Vargas Llosa, hay que deducir que esta es la posición ofi - cial del Gobierno tras compulsar el amplio rechazo que ha tenido en el seno del pueblo este galardón.

Si así es que se entiende esta premiación, lo lógico es que también abarque el destino de los 25 mil dólares (equivalentes a 1.4 millones de pesos) que conlleva el galardón y que, al anular o echar para atrás el veredicto del jurado designado por el ministerio de Cultura, esa suma sea distribuida en los programas de educación artística en los barrios.

En esos vecindarios hay centenares de niños deseosos de aprender a tocar instrumentos musicales, pero carecen de profesores y escuelas. Es ahora, con la tanda extendida del ministerio de Educación, cuando se contempla introducir estas materias especializadas, ya que Cultura, según se aprecia, no tiene sufi ciente presupuesto para esto.

Con estas carencias de recursos, resulta hiriente regalarle, como parte del premio, una suma tan considerable al escritor Vargas Llosa, que de seguro no la necesita, pues es un laureado escritor que tiene con qué vivir gracias a la venta de sus obras en todo el mundo.

Nada perdería el conocido escritor peruano, si el Gobierno formalmente deja sin efecto el premio mediante la anulación del veredicto.

De hecho, Vargas Llosa pierde más aceptando un galardón que proviene de un Estado al que él ha vituperado y criticado.

Aunque en principio, y para edulcorar la píldora, haya dicho que con ello el gobierno demuestra que queda algo de democracia en este país.

Los niños pobres de los barrios dominicanos han vivido hasta hoy sin oportunidades para canalizar sus vocaciones artísticas y es más justo que, a la hora de conceder 25 mil dólares (1.4 millones de pesos) en un premio, ese dinero que sale de las costillas del pueblo (no del gobierno) debe tener un mejor y más útil destino.

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