La prensa, en el vórtice de la tormenta
La Sociedad Interamericana de Prensa abre hoy los trabajos de su 71va. asamblea general en Charleston, Carolina del Sur, con un telón de fondo teñido de malas noticias.
Semestre tras semestres, el periodismo independiente ve atrapado en un vórtice de violencia, amenazas, restricciones o burdas censuras que implican asesinatos, golpizas y ataques de todo género que dificultan el ejercicio.
Esto es lo que ponen al desnudo los representantes de diarios, revistas y medios electrónicos de todos los países de América Latina en sus informes semestrales, reflejando las vulnerabilidades y peligros que lesionan la libertad de prensa, uno de los pilares básicos para la vida en democracia y libertad.
Para sostener esta importantísima libertad, la prensa está más compelida que nunca a defender no solamente este derecho, sino otros fundamentales que también aparecen a menudo violentados o asfixiados por este cuadro de restricciones que ya se ha hecho endémico en nuestro continente.
En el momento de mayor auge de las comunicaciones, impulsado por los dispositivos electrónicos móviles y la amplia red social que abarca, los enemigos de esta libertad actúan con igual fuerza y determinación para yugularla.
Es dura la batalla que se libra para defender el predominio de esta libertad, justamente en países cuyos gobiernos proclaman ser respetuosos de ella, pero en el fondo son alérgicos a la verdad hipersensibles cuando esta llega al público por la diversidad de canales que tiene el pueblo para expresarse o protestar.
Nuestro país no escapa a este cuadro endémico de peligros, especialmente los que tienen que ver con las constantes agresiones o cortapisas que enfrentan los reporteros, aunque nuestra situación en materia de respeto a la libertad de prensa sigue siendo mucho mejor que la de la mayoría de los países del hemisferio.
Esta es una conquista que no debemos permitir que se diluya, porque no es simplemente una ventaja para la prensa, sino para todos los ciudadanos que anhelan vivir en un ambiente de libertad que por derecho natural nos merecemos y por el cual hemos hecho grande s sacrificios y librado muchas luchas ejemplares.