El refajo haitiano

Haití ha vuelto a dar otra demostración de hipocresía y oportunismo al votar en contra de que la Organización de Estados Americanos convoque una reunión urgente de cancilleres para tratar la crisis fronteriza entre Colombia y Venezuela.

No apoya que la OEA intervenga en ese conflicto, pero sí la llama a inmiscuirse en los asuntos de política migratoria de la República Dominicana para intentar forzar una solución inconstitucional al proceso de repatriación de sus ilegales.

Por un voto que faltaba, la OEA no pudo aprobar este lunes la solicitud de convocatoria introducida por Colombia para encontrar una solución a las deportaciones y huidas masivas de colombianos que vivían en poblaciones fronterizas de Venezuela.

En la votación, los países del CARICOM, que viven atacando a la República Dominicana por su plan de regularización y posterior apertura de las repatriaciones de ilegales haitianos, se abstuvieron, una manera de debilitar el progreso de la iniciativa colombiana.

La República Dominicana también se abstuvo, por razones prudenciales comprensibles. Como está lidiando con presiones internacionales para que deje en manos de la OEA la decisión de cómo y a quién repatriar, algo con lo que no está de acuerdo y así se lo hizo saber al propio secretario general, Luis Almagro, no podía apañar ni favorecer una intervención que no acepta en su propio territorio.

Pero a quien se le ha visto el refajo del cinismo y del oportunismo ha sido a Haití, que se fue del lado de Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia, para bloquear el arbitraje de la OEA en el conflicto colombo-venezolano.

Si se alega que lo que ha desencadenado el cierre de puntos fronterizos y la masiva expulsión de ciudadanos colombianos ha sido una crisis humanitaria, ¿por qué Haití no se fue del lado de los que sufren tal drama y, en coherencia con su postura de llamar a la OEA a intervenir en el nuestro, no endosó también la solicitud de Colombia?

Es interesante observar este comportamiento, para que aquí estemos más claros de quién o quiénes en el campo internacional dicen ser amigos o solidarios con la República Dominicana, que son adictos a jugar con las cartas trucadas en el actual diferendo con Haití.

Tags relacionados