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EDITORIAL

Cerremos el paso a todo intento injerencista

Se hace muy evidente que el secretario general de la OEA tiene, como dice el pueblo, un “trompo embollao” contra nuestro país porque sigue aferrado a la idea de intervenir en los asuntos internos nuestros, lo cual no es su papel.

Tras recibir el informe de una comisión que envió al país y a Haití para que certifi cara las condiciones en que se está dando el proceso de repatriaciones de ilegales haitianos, con lo cual él no está de acuerdo, planteó que estudiará el documento para luego decidir “los pasos a dar”.

Es decir, que ya está comprometiéndose a continuar inmiscuyéndose, de manera personal no representativa del colectivo de países, en la forma en que República Dominicana debe manejar las repatriaciones y a qué reglas debe someterse en el proceso, entre ellas el respeto a los derechos humanos y evitar que surjan casos de apatridia.

Esperemos a ver qué dice el informe en cuestión.

Si se atiene a la verdad de los hechos, no hay manera de acusar al país de que este proceso haya estado viciado de irregularidades o violaciones a las leyes o al derecho internacional.

Si es así, no habría lugar a que un Secretario General de la OEA decida “los pasos a dar” porque aquí no hemos violentado ningún derecho internacional ni ninguno de los principios de la OEA.

Pero si se atreviese a dictar órdenes o pautas de cómo proseguir con el proceso, el gobierno dominicano debería de llamar la atención al funcionario y a la propia OEA y cerrarle el paso, responsablemente, a toda tentativa injerencista derivada de “los pasos a dar” bajo la infl uencia del informe de la comisión técnica.

Que ese informe no sea la punta de lanza con la cual la OEA pretenda estimular una especie de intervención in situ en la frontera de nuestro país, buscando detener por la fuerza las repatriaciones, y burlándose así de la majestad y el imperio de las leyes dominicanas y especialmente de nuestra Constitución.

En el fondo de todo, eso es lo que parece que lleva dentro el “trompo embollao” del secretario Almagro.

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