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FINANCIAMIENTO CLIMÁTICO

País aplica programas de eficiencia energética

LAS PROMESAS FINANCIERAS AL FONDO VERDE DEL CLIMA ASCIENDEN A US$10,000 MILLONES

Formación. Uno de los programas procura contribuir a la transferencia de conocimiento y de tecnología para apoyar la generación de energía limpia.

Formación. Uno de los programas procura contribuir a la transferencia de conocimiento y de tecnología para apoyar la generación de energía limpia.

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Solange de la Cruz Matos | Especial para Listín DiarioSanto Domingo

Con miras a reducir emisiones de gases de efecto invernadero que inciden en el calentamiento del planeta, generando un cambio en el clima, el país participa en dos programas internacionales de eficiencia energética y de energía renovable que se implementarán parcialmente con dinero del Fondo Verde del Clima (FVC).

La iniciativa más reciente corresponde al Banco Europeo de Inversiones (BEI), que a través del Fondo Mundial para la Eficiencia Energética y las Energías Renovables (Geeref, en inglés), procura catalizar en los países en desarrollo y economías en transición el capital del sector privado para el desarrollo de las energías renovables y la eficiencia energética.

También procura crear capacidad a nivel local y contribuir a la transferencia de conocimiento y de tecnología para apoyar la generación de energía limpia en los 29 países beneficiarios, localizados en Latinoamérica, África, Asia y Pacífico. Se pretende movilizar US$750 millones; de esa cantidad, US$250 millones serán aportados por el FVC como capital semilla.

Con el programa se espera evitar la generación de 769 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (tCO2e) a través del financiamiento de unos 200 proyectos de energía limpia y eficiencia energética en un período de 15 años.

En la iniciativa participan, además de República Dominicana, Bahamas, Barbados, Belice, Brasil, Chile, Comoras, Costa de Marfil, Costa Rica, Dominica, Georgia, Guinea Ecuatorial, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Jordania, Madagascar, Mauricio, México, Papúa Nueva Guinea, República Democrática del Congo, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y Las Granadinas, Sudáfrica, Surinam, Togo y Uganda.

El otro programa está siendo implementado a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) e involucra a República Dominicana, México, Colombia y Jamaica. El objetivo es proveer un mecanismo de financiamiento alternativo para proyectos de eficiencia energética a través de la emisión de bonos verdes.

El programa, en principio, financiará proyectos utilizando préstamos, y luego los agrupará para respaldar la emisión de bonos verdes parcialmente garantizados. Los bonos verdes son bonos que se utilizan para financiar proyectos de energía alternativa, adaptación al cambio climático, gestión de residuos, transporte limpio, etc.

Reducción de fondos El FVC podría experimentar una reducción en los ingresos prometidos para financiar iniciativas de cambio climático, que están en el orden de los US$10,300 millones.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no solo anunció que retirará ese país del Acuerdo de París, sino que notificó recortes de la ayuda financiera al mecanismo financiero.

La administración de Barack Obama prometió US$3,000 millones a este fondo especializado, establecido para apoyar en los países en desarrollo acciones de mitigación del cambio climático y adaptación a sus impactos.

“Estamos hablando de que casi un 30% de su capital debería provenir de Estados Unidos, que ha pagado hasta la fecha mil de los tres mil millones. Y se podría garantizar que con la presidencia de Trump va a ser imposible que podamos contar con esos otros dos mil millones. Entonces, el número correcto en estos momentos es de 8,300 millones de dólares”.

La consideración es de Claudia Rodríguez, de la Fundación Avina, entidad latinoamericana enfocada en producir cambios a gran escala con miras a avanzar hacia el desarrollo sostenible. Rodríguez, quien se refirió al tema en una reciente visita al país, recordó que en la decimoquinta Conferencia de las Partes (COP15) que fue celebrada en 2009 en Copenhague, Dinamarca, los países desarrollados se comprometieron a movilizar US$100,000 millones anuales a partir del 2020, tema que resultó neurálgico en la COP21, pues se procuró que en el Acuerdo de París eso quedará explícito.

“Esperamos que en los próximos tres años podamos ver ese flujo de recursos. Lo interesante de este lenguaje es que no estamos hablando de traspasar o de otorgar, sino de movilizar 100 mil millones, y movilizar puede ser por muchas vías y fuentes de financiamiento”, precisó.

La especialista informó que en el Acuerdo de París se está trabajando en crear una metodología MRV (Monitoreo, Reporte y Verificación), para que quede explícito cuánto recurso entra específicamente para cambio climático, bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC).

En 2025 la meta de los US$100,000 millones, que deberán ser aportados por los países industrializados para la implementación de proyectos en los países en desarrollo, será revisada. “Se espera que pueda aumentar y sea mucho más ambiciosa”, indicó.

LOS COSTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO Claudia Rodríguez, quien estuvo recientemente en el país participando como docente del diplomado sobre Negociaciones y Diplomacia Climática que se lleva a cabo en el Ministerio de Relaciones Exteriores, también se refirió a los costos financieros del cambio climático.

Citó el Informe Stern: La economía del cambio climático, en el que se estima que, si los países no detienen sus emisiones de gases de efecto invernadero, los impactos tendrán un costo anual de al menos el 5% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, porcentaje que iría en incremento.

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