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ENFOQUE

Hacia la undécima ministerial de la OMC

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Luis Manuel Piantini MunnighSanto Domingo

Nuestro país participa en estas negociaciones trabajando internamente y promoviendo las propuestas negociadas entre países con iguales intereses como es el caso del ya mencionado G33, también el grupo de las pequeñas y vulnerables economías (EPV), donde demandamos trato especial y diferenciado en todos los temas de las negociaciones que pudiesen afectar estas economías, el Grupo ACP (África, Caribe y Pacífico) donde nuestra defensa es similar a los EPV pero abarcamos mayores temas y los trabajos técnicos son más extensos y profundos.

A partir del 2008 las negociaciones decayeron por varios importantes motivos. El primero, el impacto desfavorable de la crisis financiera mundial sobre el crecimiento de los países desarrollados y el posterior desplome de la tasa de crecimiento del volumen del comercio a nivel mundial.

Desde la década de los noventa la tasa de crecimiento anual del comercio mundial en términos reales era muy superior a la de la economía mundial, y segundo que a partir de inicios del nuevo milenio, las expansiones del comercio y economía de los países en desarrollo comenzaron a sobrepasar a las de los desarrollados, y se hizo más evidente durante los primeros años de la crisis, cuando el mantenimiento de esta expansión evitó que la crisis se profundizara.

Esto provocó que países como China pasaran a ser la primera potencia comercial mundial, y en el 2016 multiplicaban por diez sus exportaciones desde su ingreso a la OMC en el 2001, con un valor total de bienes exportados de 2 billones europeos (equivalentes a dos trillones americanos.

Por tal motivo ya los países desarrollados quieren tratar a China como un igual, mientras los chinos señalan que ellos a pesar de su crecimiento continúan siendo un país en desarrollo con más de 300 millones de pobres (800 millones superaron la pobreza y son clase media y alta desde su apertura comercial en los 80) y que por tanto merecen un trato especial y diferenciado como todos los demás países en desarrollo.

En el 2017 la China proyecta sacar de la pobreza a 10 millones de personas, estimándose este esfuerzo con un total de costo de inversión social en 10,000 millones de dólares. Este choque entre trenes, países desarrollados y China, ha perjudicado que la Agenda de Doha para el Desarrollo (DDA por sus siglas en inglés) sea concluida poniéndose en duda la posibilidad de que la misma llegue a un final exitoso. Y en este caso somos el resto de los países en desarrollo los que estamos siendo más perjudicados.

Se ha estimado que la puesta en efectividad del DDA aumentaría el valor del comercio en US$359 billones anuales, aumentando el PIB global en 0.2%, pero su principal efecto beneficioso sería en las economías en desarrollo, con la eliminación de los subsidios y trabas en el comercio agrícola, lo que aumentaría la producción agrícola impactando en la reducción de la elevada pobreza rural.

Por ese motivo desde antes de la Ministerial en Nairobi ya hay países en desarrollo, principalmente asiáticos del pacífico y latinoamericanos, que viendo el estancamiento del DDA y la proliferación de acuerdos regionales de última generación, consideran que algunas de las normas de la OMC necesitan ser actualizadas con la realidad del comercio, y aumentar los temas regulados que ya forman parte del comercio internacional presente, tales como el comercio electrónico, facilitación de las inversiones, el acceso a los servicios y facilitación a la participación de las Pymes en el comercio exterior. A esto se oponen países africanos, India, ALBA, quienes argumentan que eso es una táctica de los países desarrollados para liquidar la DDA. La realidad es que al margen de la OMC, ya hay países miembros que entre ellos han llegado a poner en vigencia acuerdos plurilaterales como los dos que regulan mayor acceso a los bienes de tecnología de la información, ITA1, ITA2, reduciendo los aranceles de estos bienes, acuerdos negociados aquí en Ginebra y del cual, el primero, nuestro país es signatario por ser parte del DR-CAFTA. Del segundo nos retiramos de su negociación en el 2015, por el efecto adverso que en la captación de recursos fiscales tenía la liberalización de los bienes envueltos.

Además la aplicación del ITA1 hasta ahora no había demostrado que el país hubiese logrado desarrollar cadenas de valor nacional o internacional en la industrialización de los bienes finales y los insumos que componen ese acuerdo. El acuerdo de acceso sobre bienes ambientales está en discusión entre un grupo de estos miembros.

En la Declaración Ministerial de Nairobi se expresó que la Ronda Doha (DDA) continuaría siendo negociada pero con una redacción que no causó mucho entusiasmo. En esta ministerial los miembros expresaron su firme voluntad de eliminar todos los programas de subvenciones que afecten la competencia a las exportaciones, propuesta promovida por el G 20, grupo formado por los exportadores netos de productos agrícolas (los prestamos dirigidos a promover esas exportaciones sean de corto plazo, eliminar las tasas de interés y programas de seguros subsidiados).

Seguridad alimentaria La India logró que se reasegurara que las negociaciones para crear el mecanismo permanente de seguridad alimentaria (PSH) deberían estar concluidas para la ministerial del 2017.

Hasta diciembre del 2016 los miembros de la OMC estaban esperanzados de que en la Undécima Ministerial de diciembre del 2017 se lograra llegar a un acuerdo de reducir o eliminar los apoyos o subsidios distorsionantes a la agricultura de los países desarrollados. Los países del G20 habían puesto sobre la mesa su propuesta, al igual que otras naciones de la Unión Europea participaban en la discusión. Algunas de las propuestas eran muy distantes pero por lo menos todos tenían sus fichas sobre la mesa.

Los grupos de países en desarrollo a los que pertenecemos defendían el mantenimiento del de minimis, mecanismo por el cual se permite a los países miembros tener un mínimo de apoyo público a la agricultura equivalente al 10% del valor de la producción agrícola o del 10% del valor de la producción de un producto. Mecanismo que utilizamos en la asistencia pública a los programas agrícolas del país, manteniendo nuestro cumplimiento con los compromisos asumidos en el acuerdo agrícola.

A partir de este 2017 los Estados Unidos han tomado una actitud pasiva de escasa participación en la mayoría de las discusiones de temas de negociaciones. La posición de este país es que en el caso de los temas agrícolas primero hay que solucionar en la MC11 la obligación que tienen todos los países de notificar a la OMC sus programas de apoyo agrícola, ya que señalan que países en desarrollo tales como China y la India no tienen actualizadas sus notificaciones sobre sus programas de subsidios agrícolas para conocer la realidad de lo que pasa en esos mercados y sus efectos sobre el comercio mundial de esos productos con programas de apoyo.

El tema agrícola con la mayor probabilidad de ser negociado y aprobado en la MC11, es el de la seguridad alimentaria (SPH) pues ya hay mandatos ministeriales en Bali y Nairobi, en que disponen convertir el mecanismo transitorio aprobado en Bali en uno permanente.

BENEFICIOS PÁRA EL PAÍS La posición de nuestro país y del grupo EPV, es que para aprobar un programa permanente, este tiene que abarcar todos los programas existentes en el presente en los países en desarrollo, aunque no estén notificados (en el transitorio estos tienen que estar notificados). De aprobarse el permanente según la propuesta del grupo EPV, el país podría salir beneficiado con el actual programa de pignoración del arroz. La otra propuesta agrícola, que consiste en la creación de una salvaguarda especial, tiene una fuerte oposición de los países del G20, mientras otros señalan que solo si hubiera una negociación de acceso a los mercados agrícolas tendría sentido llevar esa negociación.

Otro tema que podría salvar los resultados de las negociaciones y de la MC11 y que hay varias propuestas y cuya discusión está muy avanzada, es el de arribar a un acuerdo en las negociaciones de los subsidios a la pesca. En este punto los Estados Unidos no han puesto resistencia, pues les conviene que haya un acuerdo por los conflictos que han tenido en pesca con los mexicanos, perdiendo recientemente un caso a través del mecanismo de controversia comercial del NAFTA.

También les interesa que haya un control a la pesca subsidiada ilegal y extraterritorial poniendo sus ojos sobre el enorme volumen de pesca que realizan los chinos en el oeste africano, el océano Atlántico, donde se han detectado más de cuatrocientas embarcaciones de esta nación en un solo día, lo que perjudica enormemente a los pescadores nativos de ese litoral africano. También como país miembro de los grupos ACP y EPV estamos demandando que se definan claramente los significados de ilegalidad y extraterritorialidad, así como que las reglas no se apliquen sobre la pesca nativa artesanal y la pesca interior.

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