Santo Domingo crecimiento exitoso e inclusivo

Santo Domingo es patrimonio, oral e intangible, de la humanidad. Como primer asentamiento permanente del Nuevo Mundo, tenemos la dicha de poseer una inigualable infraestructura histórica y cultural: la primera ciudad fortificada del Nuevo Mundo, la primera catedral, el primer monasterio, el primer hospital y la primera universidad.

La capital dominicana puede atraer una base aún más amplia de mercados turísticos, en combinación con los demás polos turísticos del país. El destino de playa o montaña ya no es suficiente para esta nueva generación de viajeros, los cuales andan en búsqueda de experiencias culturales únicas que solo la ciudad primada de América les puede ofrecer.

Al igual que el turismo cultural, el turismo médico, de conferencias y exhibiciones también pueden tener un efecto positivo en el futuro crecimiento del sector turístico a escala local y regional.

La ciudad capital posee excelentes recursos naturales costeros. República Dominicana es conocida en todo el mundo por sus increíbles playas, pero la capital no goza de la misma fama, ya que no ha potenciado sus recursos naturales costeros. Para el capitaleño, “ir a la playa” implica tener que salir de la ciudad o conformarse con espacios recreativos costeros de menor calidad.

Los dominicanos somos seres humanos excepcionalmente alegres, creativos e innovadores, fruto de una interesante mezcla de culturas en un impresionante emplazamiento caribeño.

Actualmente, Santo Domingo disfruta de las ventajas de poder atraer y retener a una nueva clase profesional altamente educada de dominicanos y extranjeros que poseen todas las herramientas para liderar un cambio significativo en nuestro país.

Las instituciones académicas locales también son actores importantes para educar y retener jóvenes profesionales ya que, a pesar de sus limitaciones presupuestales, sirven de apoyo institucional para la investigación, la innovación y la colaboración entre todos los actores urbanos.

Existe un nuevo interés de inversión privada en nuestro litoral. En el año 2005, el Grupo Sans Soucí, una corporación privada, arrendó al Gobierno una considerable cantidad de tierra para el desarrollo de un proyecto de uso mixto en el litoral costero de Santo Domingo.

Este proyecto ha comenzado la rehabilitación y expansión del puerto de Santo Domingo, y prevé construir y administrar un puerto deportivo [marina] y un exclusivo club náutico [yacht club], desarrollar de 1,500 a 2,000 unidades residenciales, hoteles y áreas comerciales, y promover un desarrollo orientado al turismo a través de la integración del puerto con la zona colonial adyacente.

El proyecto también contempla expandirse hacia el norte, a lo largo del río Ozama. Esta iniciativa privada y otras más que están en camino se beneficiarían de una estrategia holística para el área, la cual brindaría resultados beneficiosos a sus proyectos particulares.

Las comunidades aledañas y los ciudadanos también deberían ser parte del proceso urbano; frecuentemente la información es escasa y los habitantes de Santo Domingo no tienen voz en el debate.

Nos encontramos en un momento clave para generar una visión compartida del futuro desarrollo sostenible e inclusivo de la principal urbe dominicana. La nueva administración municipal, de la mano con un sector privado pujante, se ha propuesto como meta transformar nuestro litoral urbano costero en un mejor lugar para los ciudadanos y visitantes.

REIMAGINAR LA COSTA ¿Por qué debemos reimaginar nuestro litoral costero? • Consta de 12 kilómetros de costas de calidad que conectan dos puertos, un recinto gubernamental y los barrios costeros, incluyendo la Ciudad Colonial.

• Es la carta de presentación de nuestra ciudad y sirve de puerta de entrada a los extranjeros que nos visitan.

• Posee una gran historia.

• Contiene muchos terrenos baldíos, de baja densidad o en estado de deterioro.

Algunos beneficios potenciales que pueden venir de la mano del desarrollo: • Los ciudadanos podrán disfrutar del frente acuático. Hoy en día necesitamos viajar fuera de los límites de la ciudad para disfrutar las bellezas naturales que hacen de nuestro país un lugar reconocido mundialmente.

• Al desarrollar el litoral costero, podemos aliviar la congestión vial que se siente en el resto de la ciudad capital, ya que propiciaría la descentralización de los centros de empleo y crearía nuevos barrios de uso mixto con nuevos espacios públicos para el disfrute de todos los residentes citadinos.

Santo Domingo, al igual que la mayoría de las ciudades contemporáneas, está pasando por procesos de reinvención y revitalización de los frentes marítimos. Solamente tenemos que mirar hacia afuera para comprender que hacer ciudad es mucho más que hermosear espacios públicos y mejorar la infraestructura vial: requiere un proceso de planificación exhaustivo que incluya a todos los sectores económicos y la participación de la población.

Este texto es parte del artículo “Planificando el Santo Domingo del Siglo XXI”, publicado en la edición No. 96 de la Revista Arquitexto.