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ENFOQUE

Brasil y RD oportunidades para el futuro

El flujo de comercio bilateral ha pasado de US$379 millones, en 2014, para US$548 millones, en 2015, totalizando un crecimiento de 45%.

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Clemente Baena SoaresSanto Domingo

Brasil se halla en el camino de la superación definitiva de un capítulo difícil de su historia, que, en efecto, puso a prueba sus instituciones democráticas. El impeachment de la expresidente Dilma Rousseff fue el resultado de un largo proceso legal aprobado por ambas cámaras del Congreso y bajo la supervisión del poder judicial, que culminó con la tomada de posesión del vicepresidente constitucional en el cargo.

Es un testigo de la fuerza de la democracia brasileña que un proceso legal altamente polarizado políticamente se ha llevado a cabo estrictamente dentro del régimen constitucional, con amplia libertad de expresión, sin levantar la agitación social y sobre todo sin sangre.

El presidente Michel Temer asumió el cargo de Presidente de la República Federativa del Brasil el 31 de agosto con el compromiso de trabajar por la reunificación del país y superar la grave crisis económica que ha costado el empleo de millones de brasileños. El presidente Temer ha hecho esfuerzos para promover el diálogo entre el Gobierno, los empresarios, trabajadores y la sociedad civil. La política económica del Gobierno tiene el compromiso de estabilizar las finanzas públicas y empezar un nuevo ciclo de crecimiento y desarrollo. Estamos seguros de que Brasil tiene las condiciones por reencontrarse el camino de la estabilidad macroeconómica con justicia social.

La política exterior de Brasil se mantiene fiel a sus principios fundamentales y sus prioridades históricas. Entre ellos, la profundización de la relación con nuestros vecinos y el fortalecimiento de la integración de América Latina y el Caribe. Después de haber jugado un papel importante en la construcción de la arquitectura de integración regional, Brasil apoya hoy y continuará apoyando los esfuerzos de MERCOSUR, UNASUR y la CELAC - cuya presidencia la República Dominicana ha jugado de una manera ejemplar - a favor del diálogo, la paz, la prosperidad y el desarrollo de los pueblos de la región.

República Dominicana ocupa un papel especial en este contexto. Brasil concede una gran importancia a las relaciones bilaterales con este país del Caribe que tiene mucho en común con nosotros en términos de historia, cultura y respeto por los valores de los derechos humanos y la democracia. El gobierno de Brasil celebra el progreso innegable que la República Dominicana ha hecho en las últimas décadas en términos de desarrollo económico y justicia social. Además, se reconoce el papel importante que desempeña Santo Domingo en la diplomacia regional y multilateral. Hay un enorme potencial en términos de diálogo político, proyectos de cooperación, relaciones comerciales, inversiones, flujos de turistas para ser plenamente explotado.

El país y Brasil tienen un Programa de Cooperación Técnica que empezó en 2010, con la firma del Convenio de Cooperación Técnica, Ciencia y Tecnología entre los dos países. Ese programa esta inserido en nuestra Política Sur-Sur de Promoción de Desarrollo y tiene como característica ser un programa sin condicionalidades, que busca impulsar el desarrollo en países asociados por intermedio de la transferencia de conocimiento y la capacitación de recursos humanos. Los proyectos son una respuesta a demandas de países que creen que las soluciones brasileñas pueden servir de referencia para sus políticas y prácticas. Cubren las áreas de medio ambiente; agricultura; planeamiento; desarrollo social; salud; educación; capacitación profesional; y seguridad, y son ejecutados en coordinación con las autoridades y el cuerpo técnico de los países receptores, siempre reconociendo las especificidades locales.

En poco más de seis años, el Programa de Cooperación Técnica Brasil-RD ya concluyó doce proyectos y mantiene otros doce proyectos en actividad. Entre los proyectos en ejecución, vale la pena destacar el Programa “Apoyo a la Implementación del Programa Cultivando Água Boa en la República Dominicana” (CAB), un programa que promueve la gestión por cuencas hidrográficas de manera integral e integrada, con enfoque sistémico y de responsabilidad compartida. El programa “Agua Buena” abarca la mayor parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y actúa promoviendo sinergias de proyectos y acciones para el desarrollo sostenible de territorialidades hídricas de manera multidimensional, considerando aspectos ambientales, sociales y económicos. En 2015, en el marco de la clausura del Decenio Internacional del Agua, el Programa CAB fue reconocido por la ONU como la mejor solución aplicada a la gestión participativa de las cuencas hidrográficas en el mundo.

También son de mencionar el Centro Cultural Brasil-República Dominicana (CCB-RD), inaugurado en 2009, y la cincuentenaria cooperación universitaria bilateral, que ha destinado, en todos esos años, miles y miles de estudiantes dominicanos a universidades brasileñas. Por su turno, el Centro Cultural, ubicado en la histórica casa donde vivió el poeta y diplomático Enrique Henriquez, es una institución sin fines de lucro, que tiene como objetivo incentivar y promover las relaciones culturales entre los dos países. Considerando las clases de lengua portuguesa y cultura brasileña, exámenes de certificación de proficiencia en Portugués (CELPE-Bras), ya han pasado por el CCB-RD más de 3.000 estudiantes dominicanos.

En el aspecto económico, las relaciones entre los dos países son sólidas y vienen profundándose en los últimos años. El flujo de comercio bilateral ha pasado de US$379 millones, en 2014, para US$548 millones, en 2015, totalizando un crecimiento de 45%. En lo que va del año, el comercio creció más 22%, comparado con el mismo período del año anterior, y debe superar los US$630 millones hasta el final del año.

Los productos comercializados son muy diversificados. Desde Brasil, se importa hierro, maíz, máquinas, productos de plástico, tractores, autobuses e muchos otros productos que contribuyen tanto para el desarrollo de la industria dominicana, como para el bien estar de la población. Las empresas dominicanas venden a Brasil principalmente bienes industrializados, como productos farmacéuticos, instrumentos de medicina, máquinas eléctricas, productos de plástico y calzados.

Los turistas brasileños, que llegan en su mayoría por los vuelos directos que unen las principales capitales brasileñas a Punta Cana, también contribuyen de manera significativa para el intercambio entre los dos países. Entre 2014 y 2015, el número de ciudadanos brasileños que vinieron pasar sus vacaciones en territorio dominicano, pasó de 114,000 a 140,000, un crecimiento de 23% en un año.

Brasil tiene igualmente muchas inversiones en República Dominicana, generando empleos y renda para la población. Entre las empresas presentes en el país están la Cervecería Nacional-Ambev, empresa líder del sector de bebidas, Metaldom-Gerdau, en el sector siderúrgico, y Paquetá, una industria de calzados con más de tres mil funcionarios en la zona franca de Santiago, así como otras empresas de los sectores de ingeniería, máquinas y textil.

Empresas brasileñas han sido responsables por algunas de las más grandes obras de infraestructura del país, como la carretera del Coral, entre Santo Domingo y Punta Cana, la presa de Sábana Yegua, la circunvalación de Santiago, la hidroeléctrica de Las Placetas y diversos otros proyectos.

Si las relaciones econÙmicas entre nuestros países es de elevada importancia, aún más elevado es su potencial de desarrollo. Brasil es un país continental, com más de 200 millones de consumidores y la novena más grande economia del mundo. Las estructuras productivas de los dos países son complementárias y podrían beneficiarse significativamente de un incremento del intercambio.

Para lograr explotar este potencial, hay diversas negociaciones de acuerdos bilaterales en curso, como respecto al sector aéreo y a la facilitación de inversiones. El Brasil apoya, además, la iniciativa de República Dominicana de avaliar su adesión a la ALADI, grupo de de treze naciones latinoamericanas que se otorgan preferencias comerciales recíprocas. Esta medida dejaría los productos dominicanos más económicos para empresas y consumidores brasileños y viceversa. Reduciría, además, los desvíos de comercio ocasionados por acuerdos preferenciales con grandes potencias.

Brasil y República Dominicana comparten una larga historia de amistad y cooperación, que data de hace más de un siglo, por lo menos desde 1911, cuando por primera vez se instaló un consulado brasileño en territorio dominicano. Más importante, nuestros países tienen un futuro promisor por delante. Para llegar allá juntos, es necesario superar un cierto desconocimiento de parte a parte, lo que se lograria con un poco más de curiosidad y osadía de ciudadanos y empresas, facilitados por la actuación de los dos Estados.

El autor es embajador de Brasil en RD.

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