La región emprende contra la pobreza

En promedio los países latinoamericanos invierten un 3% de sus respectivos productos internos brutos (PIB) en programas sociales, de acuerdo con datos del Banco Interamericano de Desarrollo (PIB).

La transferencia de efectivo con fines de subsidiar, de manera condicionada, a las familias más empobrecidas del continente americano representa uno de los más importantes factores para sentar las bases del emprendimiento y la creación de valor colectiva, puesto que el “círculo duro de la pobreza” se interpone en la meta de alcanzar bienestar general.

Así se expresó Ester Duflo, directora del Laboratorio Profesor Abdul Latif Jameel para la Acción Contra la Pobreza, adjunto al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

Duflo, una respetada investigadora sobre los efectos de las transferencias gubernamentales en el desarrollo económico, cuyos textos son la base para que estudiantes de economía de Occidente estudien sobre los subsidios sociales, visitó el país para ser la oradora principal del VIII Foro Ministerial para el Desarrollo en América Latina y el Caribe, con el tema Progresando para la Igualdad, organido a principios de esta semana por la Vicepresidencia de la República.

“Ser pobre no es solo tener bajos ingresos. Entran en juego el acceso a servicios básicos como la salud y la educación, en adición al empoderamiento político que tenga un segmento poblacional determinado”, detalló la académica.

Sobre esto, Duflo comprende que se precisa de un nuevo índice que conjugue el alcance de los servicios primordiales, en relación con el salario o ingresos que obtengan las personas o las familias.

En cuando a cuál factor pesa más en la situación de pobreza, la profesora del MIT sostiene que la geografía, etnia, género o edad no destacan de manera especial en el señalamiento de una familia como carenciada.

Asimismo, Duflo manifestó que el desafío sigue siendo focalizar de manera adecuada los subsidios sociales entregados por el Estado con el erario, para que solo las reciban las personas que no lo necesitan.

“Es fundamental algunas veces perguntarles a líderes comunitarios con alta solvencia moral acerca de quiénes en esa zona son pobres y necesitan, quizás con urgencia, de la intervención del Estado, en especial para que los niños y niñas tengan una oportunidad de desarrollo”, declaró.