Déficit de balanza comercial es estructural en la nación

El déficit tradicional en la balanza comercial de República Dominicana responde a causas estructurales y es empujado al alza por la composición del consumo y la producción que caracteriza a la nación. En parte por esto, en el primer trimestre de 2016, el desbalance en ese criterio macroeconómico repuntó en US$134 millones, para totalizar US$2,292.8 millones.

Estas fueron una de las ideas que definen el primer Barómetro de Comercio Internacional (BCI), lanzado ayer por el Programa de Estudios del Desarrollo Dominicano (PED) de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), en colaboración con la Oficina de Asesorías, Consultorías e Investigaciones (OACI), cuyo socio director es el economista Vladimir Pimentel.

El instrumento de información, supuesto a ser publicado cada trimestre, muestra que el déficit en la balanza comercial es impulsado por el aumento de las importaciones de 2.5%, en adición al desplome de un -1.5% de las exportaciones en el período estudiado.

Pimentel entiende que la caída coyuntural en las exportaciones se debe al hecho de que República Dominicana no se desliga del entorno económico en el que opera, donde, según el Barómetro, la reducción del intercambio mundial de bienes y servicios fue disminuido en un 13.22%, cifra generada por las proyecciones de decrecimiento de producto bruto global en un 3.1%, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“El denominado Brexit, votación de los británicos para que su nación abandone la Unión Europea, ha planteado nuevas incertidumbres y riesgos en un contexto en que la economía mundial ya presentaba rasgos de vulnerabilidad. Producto de dicha decisión, se espera que los mercados financieros internacionales se mantengan volátiles”, contiene el BCI.

Ahora bien, el informe también destaca las fortalezas de la industria nacional. El documento preparado por OACI y la PUCMM muestra que República Dominicana presenta un mayor saldo superavitario en la exportación de oro, instrumentos médicos y cigarros. “Los primeros cinco países con los que se exhibe este superávit son Canadá, Haití, Suiza, Países Bajos y Cuba”, explicó el Barómetro.

Fernando Ferrán, coordinador del PED, justificó la utilidad del Barómetro de Comercio Internacional, puesto que en la medida en la que el comercio sea más deficitario, el Estado en su conjunto, los sectores público y privado, se verían obligados a una de dos opciones: disminuir los gastos o sostener los ingresos por medio de la deuda.

“Y el endeudamiento puede colocarnos en una situación de insostenibilidad financiera o institucional”, señaló el académico.

(+) PUERTO RICO Y HAITÍ MERCADOS CLAVE VULNERABILIDAD EN EL CARIBE INSULAR: El presidente de la Asociación Dominicana de Exportadores (Adoexpo), Álvaro Sousa, declaró que la baja en las ventas foráneas de República Dominicana, de -1.5% en el primer trimestre de 2016, forman parte de un contexto en el cual el Caribe insular experimenta un desplome de 30% en este reglón de su economía.

De igual forma, resalta el efecto de la crisis de deuda de Puerto Rico, compuesta por un compromiso consolidado de US$70,000 millones, como parte de la merma de las mercancías nacionales.

“Es que Haití y Puerto Rico son mercados clave para los exportadores dominicanos. En verdad, a ambas naciones, ningún otro país puede ofrecerle la colocación de un furgón por la vía marítima en tan solo 24 horas. Somos altamente competitivos para ellos por la cercanía geográfica y cuando uno de esos dos mercados se encuentra en dificultades, se siente en el movimiento del inventario”, dijo el presidente de Adoexpo, en el lanzamiento del Barómetro de Comercio Internacional (BCI), que tuvo lugar ayer en la Pontificia Univerdad Católica Madre y Maestra (PUCMM).

La veda terrestre a 23 productos nacionales para entrar a Haití ha complicado al aparato exportador dominicano.