Regenerar ecosistema marino es tarea urgente para turismo

Aunque parezca un mensaje repetido, cuyo impacto se percibe será a largo tiempo, el incremento del nivel del mar fruto de los efectos del cambio climático pone en riesgo no solo más de US$5,000 millones en infraestructuras turísticas existentes, sino también futuras inversiones en el sector.

Regenerar las playas, los corales, los sistemas de mangles, las dunas, y proyectar las futuras inversiones en infraestructuras tipo palafito (sobre muros) son las recomendaciones que deben seguirse para evitar daños mayor en un sector que se ha convertido en la fuente principal de divisa del país, y el pilar número uno de la economía.

A juicio del asesor turístico del Senado de la República, Bolívar Troncoso, es necesario mantener el equilibrio del ecosistema para poder preservar las inversiones en el sector, sobre todo en materia de infraestructura.

El experto afirmó que existen indicadores que revelan que si no se asume el compromiso, las pérdidas en el sector turístico serán multimillonarias.

Troncoso destacó que los inversionistas que proyecten construcciones de infraestructuras hoteleras deben respetar una distancia de por lo menos 60 metros de la orilla del mar.

Dijo que la Ley Costero-marina, que podría ser aprobada en la próxima legislatura, contempla ampliar la cantidad de metros reglamentarios para la construcción de proyectos turísticos, y que se discute con los hoteleros que sean 100 o 120 metros.

LOS CAMBIOS DEL CLIMA EFECTOS SOBRE EL TURISMO El turismo es un sector muy vulnerable a los efectos del cambio climático. Se prevé que el ascenso del nivel del mar sumergirá infraestructuras (hoteles y complejos turísticos) cercanas a la costa y que el incremento en frecuencia y magnitud de los eventos meteorológicos extremos, también asociados al cambio climático, implicaran pérdidas en infraestructura.

Otro elemento es que las infraestructuras turísticas se podrán ver afectadas por inundaciones producto de la lluvia o la acción del oleaje. Los cambios en la estacionalidad climática influirán en el rompimiento de los patrones del flujo de turistas. El incremento de la temperatura producirá daños por insolación.