Sectores productivos al acecho en DR-Cafta

El fundamento más importante de un acuerdo de libre comercio son las medidas para lograr objetivos de facilitación y defensa del comercio privado, de las transformaciones institucionales, creación de nuevos regímenes de exportación, de nuevos programas, de la renovación industrial, de la integración de las universidades, de traducir la inteligencia comercial y de inversión internacional a las empresas. Muchos de estos programas estaban diseñados para beneficiar a los sectores nacionales, y fueron trabajados conjuntamente durante las negociaciones del DR-Cafta, incluso con fondos de cooperación internacional aprobados, y desconozco las razones políticas de por qué en el año 2004 no se implementaron. Transformaciones que se han hecho en Europa, Chile, Centroamérica, en todos los países que han abierto sus mercados, no se han realizado en República Dominicana, que se mantiene con muy pocas acciones con los sectores privados, disminuyendo el sector industrial local.

Los sectores productivos con razón están negados a una mayor apertura comercial, a la firma de otros acuerdos, por lo que se les debe dotar de los instrumentos básicos para poder abocarnos a un verdadero comercio internacional. No nos pueden culpar 10 años después, a los protagonistas de las negociaciones del DR-Cafta, de los problemas comerciales actuales en una etapa de aprovechamiento.

Penetración El DR-Cafta es una pieza importante para nuestro desarrollo institucional y comercial. Hoy en día la industria dominicana no compite inclusive con países que no tenemos acuerdos comerciales; vemos la penetración de productos de México, China, Colombia, Brasil, para citar solo algunos, en muchos sectores, lo que nos indica que muchos subsectores dominicanos no están siendo competitivos independientemente del DR-Cafta.

Estados Unidos importa miles de millones más de los que exporta por lo que ha demostrado ser el mercado ideal del mundo y tenemos un buen acuerdo para acceder a ese gran mercado, solo es necesario que el principal socio de nuestras empresas, el Estado dominicano, nos facilite las cosas básicas para competir en el nuevo orden comercial mundial.

El presidente Danilo Medina ha realizado toda una revolución en el campo dominicano, mejorando la producción y eso se ha revelado en nuestras exportaciones agrícolas, haciendo un milagro comercial, ya que se esperaba que ese sector fuese el que menos exportara según los estudios de impactos realizados. Durante su próxima gestión le tocará la tarea más difícil del libre comercio, la tercera etapa, la más crucial para los sectores productivos del país, hacer lo que nunca se ha hecho, la internalización y renovación empresarial e industrial de la República Dominicana. Vivimos un momento trascendental por el fin de los aranceles de productos sensibles, las inacciones tendrían efectos tanto en nuestro mercado local, como en el internacional. La falta de defensa comercial puede causar en el futuro, quiebras y ventas forzadas de empresas si no se hace nada, pues se ha hecho muy poco para aprovechar la apertura comercial con los Estados Unidos y el arancel era el principal mecanismo de protección; al eliminarse el arancel no existe otra protección, tendríamos un comercio desprotegido y sin capacidades de generar exportaciones en sectores de riesgo como el sector de alimentos y bebidas.

El autor es consultor privado y ex negociador de acceso a mercado en el DR-Cafta.