‘‘El objetivo de Haití es afectar el comercio de RD’’

El comercio con los vecinos de la República de Haití sigue generando conflictos que ellos aprovechan, a sabiendas de su condición de país en extrema pobreza. Sobre el tema habla el experto en comercio internacional Hugo Rivera Fernández, quien sugiere asumir acciones inmediatas.

¿Cuál es su opinión sobre el nuevo conflico comercial?

Haití mantiene una estrategia para reducir las exportaciones dominicanas en ese país, la cual basa en la imposición de vedas, requisitos técnicos, medidas sanitarias y fitosanitarias. En octubre del pasado año Haití prohibió la entrada de 23 productos dominicanos por vía terrestre, lo que perjudicó grandemente la economía puesto que, como socio comercial, Haití es importante para nuestro país.

¿Pero qué piden si el Gobierno ha vuelto a hacer lo mismo?

En junio, el Gobierno haitiano dispuso nuevos requisitos para la importación de harina de trigo y preparaciones en forma de cubo, tabletas y otras variantes, de sopas y caldos. La solicitud de importación debe estar acompañada de cinco documentos debidamente autenticados, consistente, el primero, en la “opinión favorable” del Ministerio de Agricultura, Recursos Naturales y Desarrollo Rural de Haití. Además, exigen una declaración previa de importación de la Societé Generale SA de Suveillance (SGS). Esas medidas son injustificadas por los casi nulos controles que tiene el sistema de normas de fabricación haitiano.

Esas medidas todas son violatorias al comercio mundial y el país está obligado a responder. Violan el principio de trato nacional de la Organización Mundial del Comercio, ya que dichas medidas solo se le aplica a productos importados y violan el principio de nación más favorecida por que solo se le aplican a los productos dominicanos, discriminándolos del resto de los países del mundo.

¿Cuál es su recomendación ante este caso con Haití?

El país debe de ejecutar tres acciones inmediatas: República Dominicana debe solicitar inmediatamente una consulta al embajador de Haití en la Organización Mundial del Comercio, además de solicitar a la Unión Europea y a los órganos del EPA (Acuerdo comercial con la Unión Europea); la revisión de la medida, también comunicar a Estados Unidos la queja, por los efectos en nuestro comercio, ya que Haití está incluido en la ley de Estados Unidos de implementación del DR-Cafta, que le otorga las preferencias a RD bajo el Tratado y esta medida puede tener implicaciones en el acuerdo.

Segundo: un entendimiento comercial con Haití; y como tercer y último caso, apelar a la retaliación.

¿Me explica esto de buscar a un entendimiento con Haití?

Mi opinión es que debe ser una prioridad nacional llegar a un acuerdo comercial, que incluya el reconocimiento mutuo de nuestras medidas sanitarias.

Se debe cambiar totalmente la estrategia comercial con Haití. Es necesario cambiar el enfoque que le ha dado República Dominicana al asunto. Se debe crear un plan para presentarlo al Gobierno haitiano y promocionarlo a nivel internacional, involucrando otros países para que los haitianos acepten llegar a un acuerdo comercial, a cambio de acciones recíprocas que beneficiarán a Haití.

La verdad es que el comercio con Haití es muy deficitario para ellos y pierden en la recaudación de los aranceles. Por estas razones, esa estrategia haitiana es más de carácter político que de sustento legal, para atacar con dichas medidas nuestro comercio.

¿Cómo explica eso de la retaliación como última medida?

En materia de derechos comerciales siempre es posible, en los casos extremos, y como último remedio, la retaliación que implica diversas acciones dominicanas para limitar los productos y servicios a las empresas haitianas, como serían cargos en sus comunicaciones, en las remesas, servicios y transbordos de los productos haitianos en puertos dominicanos.

Desde la fundación de la patria, incluyendo nuestro padre fundador Juan Pablo Duarte, siempre, nuestro país ha manifestado la intención de entrar en relaciones recíprocas de comercio y amistad, concederse y proporcionar una fuente de utilidad para ambos pueblos. Pero en realidad se ha hecho prácticamente nada para la regulación de nuestro comercio; son improrrogables las acciones para la creación de un ambiente comercial libre entre los dos pueblos, y no podemos permitir que se perjudiquen los sectores productivos del país, por cuestiones violatorias a las regulaciones del comercio internacional.