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¡Sí podemos, sí debemos! un lema muy simple

Hay que tecnificar la producción agropecuaria y agroalimentaria.

Hay que tecnificar la producción agropecuaria y agroalimentaria.

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Emilio Armando OlivoSanto Domingo

Apreciado lector. Permíteme iniciar de atrás hacia adelante en este sentido.

Sí debemos y sí podemos, enfrentar nuestras realidades de muchas maneras y a nuestro entender educando en todos los niveles; decimos en todos los niveles, pero quisiera que viéramos el empleo y dentro de estos su calidad para justificar acciones que sí debemos y podemos implementar.

Es obvio que la educación es la clave para generar un buen empleo, pues debemos estar bien formados para el trabajo cual sea, en lo nuestro o siendo asalariados de otros, pero solo con las herramientas debidas es que podremos salir de muchos males. Cuando enfatizamos la educación, no lo hacemos por insistir sobre algo que desconocemos, no es así, pues como educador agrícola, sabemos que si dentro de las áreas que conocemos formamos los hoy conocidos como “ni nis” quienes por razones entendibles no se capacitaron para el empleo.

Muchas de las acciones educativas para el empleo digno, van desde financiarles la educación buena, enfatizo buena, a estos jóvenes en carreras técnicas que necesitamos y que por razones profesionales no puedo describir, pero en el campo de la salud, el turismo, la construcción, y la industria agroalimentaria desde la producción, la transformación, comercialización y servicios, entre otras merecen la atención pública.

Una agricultura competitiva necesita adecuación tecnológica y dentro de esta debemos partir de formar a los “Futuros Agricultores Dominicanos”, pero por igual a los actuales y futuros empleados de la industria agroalimentaria.

Tenemos una necesidad de equipar nuestra producción, pero en la agricultura por ejemplo, entrenemos desde el que tira con una mochila un protector vegetal, a uno que chapea las malezas con un desbrozador mecánico, pero también en el uso de los sistemas de riego moderno.

Otra área es la investigación de nuevas tecnologías, pero además de las tradicionales especies, como producir en regiones áridas por ejemplo, guanábanas con riego presurizado en suelos irregulares. No menos importante es ampliar el cacao, educando a los actuales productores y enfatizando al futuro cacaocultor. Recordemos, que sí podemos, si unimos voluntades con un lema simple: “Sí podemos, sí debemos”.

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