Productores piden Estado les recompre deudas

Los líderes agropecuarios de San Juan de la Maguana reconocen que en los últimos cuatro años el Gobierno ha hecho notables esfuerzos para que los productores puedan acceder a financiamientos más blandos a través de las entidades gubernamentales, principalmente del Banco Agrícola. No obstante, consideran que esto no es suficiente para ellos salir de los “líos” en que están metidos.

“La usura en San Juan, como casi en todo el país, es fruto de falta de políticas de los gobiernos anteriores y la falta de crédito a tiempo y en cantidad que tenían las instituciones oficiales”, plantea el pasado presidente de las asociaciones de productores agrícolas y de ganaderos de la provincia, Víctor Matos.

Matos reconoce que durante el mandato de Danilo Medina el crédito agrícola ha mejorado sustancialmente, y con él coinciden los demás dirigentes del sector en San Juan. Pero todos también concuerdan en que aunque hay más dinero disponible para los productores agropecuarios, no todos pueden tener acceso a ellos.

El informe de la economía del Banco Central correspondiente enero-marzo de este año documenta que durante ese período los créditos al sector registraron un crecimiento de 10.9% respecto a igual período del año anterior. El documento indica que en esos tres meses el Banco Agrícola desembolsó RD$3,221.4 millones.

Los representantes de los productores de San Juan reconocen que muchos de esos recursos han llegado al campo y lo han dinamizado, pero dicen que cientos de agricultores se han quedado con las ansias de solicitarlos.

“El Gobierno ha dado pasos de buenas intenciones para cubrirnos, pero no calificamos (para solicitar créditos en el banco). Hay dinero en el Banco Agrícola, pero no hay clientes que califiquemos para acceder a esos créditos porque tenemos deudas de dos y tres años. Estamos en mora. Hay dinero, muchas ventanas abiertas, pero los productores no pueden acceder a ellas”, explica con pesar el presidente de la asociación de ganaderos y pasado presidente de la asociación de productores agrícolas, Henry Rodríguez.

Los líderes agropecuarios de San Juan opinan que los recursos que el Presidente ha dispuesto para el campo les han dado un respiro, pero entienden que esta no es la solución para romper la cadena de la usura, a la que estiman están atados aproximadamente el 90% de los productores de San Juan.

¿Qué proponen? Ante esa realidad Víctor Matos plantea que el Estado debe definir un plan estratégico para rescatar la agropecuaria de San Juan, y a su juicio de gran parte del país, de las manos de los usureros. ¿Cómo se lograría esto? Recomprando las deudas de los productores, propone Matos.

“La usura no va a desaparecer hasta tanto no se aplique una política de recompra de deuda, porque al no haber en el pasado financiamientos flexibles y en cantidad por parte del Estado la gente está atada por años, con deudas antiguas. Ahora, aunque el banco le preste barato, la gente sigue atada al usurero porque le debe de años atrás. Por eso la producción y los beneficios que obtiene en sus pequeñas cosechas no le dan para pagarle al Banco Agrícola y al usurero, por lo que sus deudas se siguen incrementando”, explica Matos.

Rodríguez tiene la misma propuesta que Matos. Dice que urge buscar una medida conjunta para encontrar una cura a ese mal (la usura). El planteamiento de Matos y Rodríguez consiste en que el Gobierno ayude a los productores a saldar o renegociar sus deudas con los usureros para que ellos no sigan perdiendo sus propiedades y, si es posible, recuperar algunas. Aseguran que para ellos sería mejor pagarle al Estado, porque indiscutiblemente es más flexible que un usurero.

“Nosotros no queremos que nos den nada, simplemente pedimos que se implemente un sistema para que podamos limpiarnos (saldar sus deudas) con los usureros; poder ser sujeto de crédito en los bancos y así uno pueda tener capacidad pagar lo adeudado y seguir produciendo y manteniendo nuestras familias”, manifiesta Rodríguez.

Según Rodríguez, esa propuesta se le ha hecho al actual y a otros gobiernos, pero ninguno les ha dado respuesta.

“Aquí las cosas se nos han ido de las manos, los usureros nos han quitado las parcelas y nos dejan trabajando para ellos. Nos hemos convertido en obreros agrícolas y no tenemos ningún tipo de esperanza, a menos que el Estado se apodere y decida levantar el sector agrícola buscando una medida, necesariamente urgente”, enfatiza el dirigente.

Matos plantea que la recompra de las deudas es una de las soluciones más viables para que el agro de San Juan no se quede totalmente en manos de los usureros, que quizá no aman tanto la tierra como los campesinos que nacieron, se criaron y han dedicado su vida al cultivo de alimentos.

Otras sugerencias Además de la propuesta de Matos y Rodríguez, el presidente de la asociación de productores agrícolas incorporada, Milcíades Espinosa, entiende que es preciso continuar inyectando recursos al Banco Agrícola; construir las infraestructuras necesarias para garantizar agua a las zonas productoras; planificar la siembra; asegurar mercado para las cosechas e implementar políticas más robustas para proteger la agropecuaria y sus agentes.

ES PRECISO REGULAR LA PRÁCTICA DE LA USURA En el 2014, la entonces directora del Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (ProConsumidor), Altagracia Paulino, publicó en un periódico nacional un artículo en el que establece que en el país es preciso regular la usura (mediante ley), como se hace en otros países. Paulino señaló que esa práctica, que califica como un “mal”, viola las leyes monetaria y financiera, de lavado de activos y la del consumidor.

Si bien durante la gestión de Danilo Medina el acceso al crédito en el sector agropecuario, a través de las instituciones oficiales como el Banco Agrícola, Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA) y otras, se ha incrementado, aún está pendiente que los productores puedan desprenderse de los usureros.

Así lo consideran los dirigentes de San Juan, quienes ansían que se encuentre una cura a lo que también ellos califican como una desgracia. “Si hay intención de que la producción nacional no desaparezca hay que buscar una fórmula para solucionar esa situación”, advierte Henry Rodríguez.