Ros sugiere ver terremoto que pasó en Ecuador

Los daños ocasionados por el terremoto que asoló Ecuador el pasado abril tendrían un impacto limitado en la industria aseguradora debido al bajo nivel de aseguramiento del país. De acuerdo a las primeras estimaciones realizadas por la unidad de predicción de impacto de AON Benfield, el mayor intermediario de reaseguro a nivel mundial, existe una probabilidad del 48% de que las pérdidas aseguradas no excedan los US$100 millones y un 32% de probabilidad de que la cifra esté entre US$100 y US$1,000 millones. También estima en solo un 4% la probabilidad de que los daños superen los US$1,000 millones.

La información corresponde a la firma Ros, Seguros & Consultoría, una empresa aliada estratégica de AON en República Dominicana. El presidente de la entidad, Carlos Ros, dice que ante esa situación, “los dominicanos debemos mirarnos en ese espejo”.

Ros asegura que el territorio nacional atraviesa por fallas geológicas activas que exponen el país a un terremoto de gran magnitud y no hay una política de administración de riesgos que sea coherente con estos peligros, que promueva que posibles pédidas millonarias, en caso de un terremoto, sean transferidas a través del seguro, un mecanismo de probada eficiencia y que debe constituirse en uno de los pilares en los que descanse la economía. Sostuvo que por el terremoto de Ecuador se habla de que las pérdidas totales pueden alcanzar hasta un 15% del PIB, y superar los US$3,000 millones, pero de ese monto solo un 16% sería recuperable por la vía del seguro.

AON Benfield refiere que en RD, al igual que en Ecuador no hay cultura de prevención. En el caso del país, Ros refirió que solo un 2% de los condominios construidos están asegurados y la penetración de la producción de seguro respecto del PIB es de apenas un 1.2%. En el país, dijo, se trata el seguro como un lujo y se penaliza con impuestos.