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AGROPECUARIA

“Desarrollo versus sequías”

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Emilio Armando OlivoSanto Domingo

Les pido excusas por narrar una experiencia muy personal para justificar la idea que deseamos mostrar sobre desarrollo agropecuario y los efectos de las sequías que nos han afectado y afectarán cada vez más, por las razones que han influenciado el cambio climático local y en el mundo.

Cuando el doctor Salvador Jorge Blanco salió electo presidente nos llamó y ofertó una posición cimera en su gobierno de la cual pedimos nos excusara en no aceptar por no carecer de experiencia de Estado, no había trabajado nunca en la administración pública, aunque reconozco que no es tan difícil con experiencia trabajar en ella, pues los empleados públicos no son malos, sus jefes y la “bendita” política es que lo daña todo. Eventualmente fuimos el primer funcionario designado en la transición y nos concentramos en lo siguiente.

Diseñar en la transición un programa de “repoblación porcina” debido a que muy atinada y responsablemente, Don Antonio Guzmán y su equipo de colaboradores como Hipólito Mejía su secretario de Agricultura y el doctor Orlando Sánchez Díaz como ejecutor, junto a otros, habían procedido al saneamiento de lo heredado, la fiebre porcina o peste porcina africana.

Este programa lo esbozamos para dos años y debido al apoyo decidido del presidente Jorge Blanco en un año don Rafael Herrera editorializó debido a que los inversionistas en la incipiente industria porcina me querían freír en manteca de puerco, pues el programa era un éxito. He narrado esto antes de enfatizar lo de las sequías y el desarrollo agropecuario para demostrarle, apreciado amigo lector, que si se unen la técnica y hoy como resultado tenemos una excelente industria porcina, la voluntad ciudadana del empresariado de participar, si se obtienen los capitales económicos (financiadores que actuaron como el Banco Popular) y humanos que ya teníamos en el nivel técnico profesional en él gobierno, pero desarrollamos una nueva educación, con el nuevo porcicultor, sus familias y empleados, los éxitos lloverían, pero la clave fue “la voluntad política”.

Enfatizamos la voluntad usando la expresión del doctor Cristian Barnard de que “el éxito comienza con la voluntad”.

Si queremos que la sequía sea nuestra aliada en el desarrollo unamos esfuerzos y alianza con ella para beneficio de todos. Veamos algunos ejemplos que hemos participado de primera línea como los programas “El Cerdo Reforestando” con Francisco Gómez Estrella, “La Leche que Reforesta” del IICA y el doctor Rafael Marte, “Techo Propio, Agua Sana” con apoyo de la fundación Ademi y Camilo Lluberes y la Usaid, los jóvenes Fadi reforestando, entre otras acciones relacionadas a forestación y reforestación del país. Acciones que afectan positivamente el clima y el medio ambiente.

Nuestras sequías siempre han existido, pero personalmente creemos que ha faltado una real voluntad política de enfrentar el mal crónico y crítico de la deforestación y degradación de las tierras y aguas del país, pues no genera capital político. Aquí nos falta, no mucho, si no muchísimo por hacer.

Necesitamos más personas, sean estos políticos, líderes comunitarios y, muy importante, empresarios pequeños, medianos y grandes, que dediquen su voluntad a la forestación, la agroforestería, fruticultura o la foresta en general.

Así como de la desgracia que nos afectó de la peste porcina surgió una industria vigorosa y competitiva, de las sequías deben surgir muchas cosas buenas como las siguientes:

-Un nuevo sistema productivo de los víveres y hortalizas afianzando las siembras actuales a tal punto que en vez de importar plátanos exportemos.

-Una fruticultura de llano o montaña, con sus variantes de nuevos cultivos o los tradicionales.

-Una producción integrada de ganaderías y arborización para sombra del pastizal, del ganado, de las aguadas y del medio ambiente en general.

-Una adecuación o reingeniería de cultivos como el arroz por su uso del agua e irnos a la nivelación del suelo y los sistemas de producción como el Sica.

En fin, de que podemos, no me cabe duda que podemos, pero el reto está en la voluntad de los llamados líderes, de las academias, de los foros actuales como la misma prensa y claro de la actual y futura generación de productores de alimentos con la debida responsabilidad medioambiental. Muchas de las acciones contra la sequía descansan en un mejor uso de las aguas y hoy disponemos del conocimiento para el uso racional de sistemas presurizados como la micro aspersión y el goteo, más aún que permitirían consolidar e incorporar miles, cientos de miles de tareas a la producción de alimentos para nuestro consumo fresco, el agroprocesamiento y la exportación si vemos los modelos o resultados tenidos como el de la “repoblación porcina”. La palabra clave es Voluntad.

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