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MACROECONOMÍA

RD frente al futuro de los sectores agrícolas

BIENES. LAS CIRCUNSTANCIAS IMPACTARÁN A ALIMENTOS PROCESADOS

Desventaja. El acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y Centroamérica (DR-Cafta), ha representado un gran desafio para el pa

Desventaja. El acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y Centroamérica (DR-Cafta), ha representado un gran desafio para el pa

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Hugo Rivera FernándezSanto Domingo

El tratado de libre comercio firmado entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-Cafta), en el capítulo Tres, estipula la eliminación de los aranceles de los bienes importados desde Estados Unidos.

La mayoría de estos aranceles fueron totalmente eliminados ya que han transcurridos 10 años de aplicación de los calendarios de desgravación del acuerdo.

En consideración de los productos llamados sensibles (sensitive products), por su importancia en el aparato productivo nacional, y en el entorno económico y social, se negociaron plazos más extensos. Muchos de estos corresponden a los también llamados productos de la rectificación técnica que fueron negociados posteriormente a la Ronda Uruguay de negociaciones comerciales, a finales del GATT en 1994, justo coincidiendo con la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Estos son: carne de res, carne de pollo, leche, ajo, cebolla, arroz, azúcar y maíz. Los mencionados productos, por su alta sensibilidad, son los subsectores, empresas y/o productores que quedaron con un mayor grado de protección en la negociación y que, por lo tanto, el impacto final de DR-Cafta dependerá de la capacidad de estos para transformarse y ser competitivos. Estos productos, que producen nuestros campos, incluyen la leche, el arroz, las habichuelas, el pollo, tomate, la carne de cerdo, carne de res, el azúcar, la papa, la cebolla, aceites refinados comestibles y la mayoría de los derivados de estos, quedaron con plazos entre 10 y 20 años. Además, muchos de ellos tienen protección de cuotas de importación y la aplicación de restricciones vía salvaguardias automáticas.

Plazos

En varios casos los plazos de desgravación (diez años) se han agotado y en otros queda poco tiempo para la completa liberalización, lo que constituye un reto para la transformación y mejora de la competitividad de esos productos y de preparar a los sectores para la exportación.

Las Barreras no Arancelarias (Bana¥s), que no son más que todas las medidas que restringen la importación de un bien, excluyendo los aranceles, abarca las licencias de importación, los requisitos técnicos, estándares para el envasado, embalaje, etiquetado, los requisitos de calidad, entre otros.

Falta preparación

Uno de los grandes problemas en República Dominicana es que no se ha dotado suficientemente a las empresas con los recursos humanos, económicos, ni mucho menos tecnológicos para hacer frente al análisis de la conformidad y toda la aplicabilidad de los requisitos técnicos comerciales para dar pleno cumplimiento a los estándares internacionales creados en mayor medida por los países desarrollados, como los Estados Unidos y la Unión Europea.

Esta situación pone en riesgo nuestros sectores productivos en los renglones de alimentos y bebidas procesadas y productos frescos agrícolas de 59 subsectores.

El efecto en el comercio entre Estados Unidos y República Dominicana es que el producto de Norteamérica o de Centroamérica cumple con las reglas, normas técnicas y fitosanitarias dominicanas, mientras que el producto dominicano en la mayoría de esos sectores no cumple con dichas reglas, particularmente en su principal mercado, Estados Unidos, mermando su presencia en el mismo, con la consiguiente imposibilidad de aprovechar crecientes oportunidades, por la insuficiencia de planes de implementación adecuados. Desde ya se están viendo casos preocupantes porque a medida que se han ido cumpliendo los plazos de liberalización arancelaria en el país, ya es negocio para muchos su importación, en contra del producto criollo.

En uno de los productos principales, por ejemplo, el arroz, puede verse que el mismo quedó protegido por veinte años, con un periodo de gracia de diez años. Esto quiere decir que este producto comenzará a desgravarse a partir de 2016 con la modalidad de desgravación “backloading”, que no es más que un desmonte arancelario más suave en los primeros años del periodo de transición, y luego un desmonte más acelerado en los últimos.

Otros productos

Imaginemos cuando exista libre importación de leche, de tomates, de carnes, de habichuelas etc. En el futuro no muy lejano, ya el Ministerio de Agricultura no tendría que otorgar cuotas, podrán entrar libremente sin el pago de aranceles ni podrán utilizarse las salvaguardias automáticas, al cesar su aplicación con el fin del calendario de desgravación, ¿Cuál sería la reacción del campo dominicano?

No todo es negativo; hay que reconocer que Danilo Medina ha refundado y fortalecido el campo, y muchos de esos productos pueden competir de tú a tú con los norteamericanos. Pero nos falta una revolución en el sistema productivo, financiamiento, adecuación del sistema fiscal, armonización de las normas con los Estados Unidos, reconocimiento mutuo de los laboratorios acreditados y un plan nacional para el cumplimiento de los obstáculos técnicos y de las medidas sanitaria.

En Estados Unidos y en Europa hay medidas que no solo son gubernamentales, sino que son impuestas por el comercio, pues las grandes cadenas no compran alimentos de empresas que no tengan instalado el sistema de HACCP, que tiene fundamentos científicos y carácter sistemático, permite identificar peligros específicos y medidas para su control con el fin de garantizar la inocuidad de los alimentos.

Históricamente en el país no están alineadas las políticas comerciales y se hacen esfuerzos triples con triples costos, desde la diplomacia: Ministerio de Agricultura, Procompetencia, Procompetitividad, Dirección General de Aduanas, Consejo de Zonas Francas, CEI-RD el BANDEX (que debió empezar un mes después del acuerdo, no 10 años después).

Deben hacerse políticas coherentes y coordinadas a través del Ministerio de Industria y Comercio. Todas estas instituciones deben de estar orientadas con un solo fin, y conformar un plan nacional para el relanzamiento de la producción nacional y posicionamientos de nuestras exportaciones. No es posible que 12 años después de firmar el acuerdo, el país exporte menos a los Estados Unidos.

Inteligencia comercial

Otro aspecto es la falta de inteligencia comercial y de un adecuado mecanismo de defensa de prácticas desleales del comercio internacional, pues muchos de los productos importados pueden estar involucrados con prácticas desleales sancionadas por la Ley No. 1-02 sobre Prácticas Desleales de Comercio y Medidas de Salvaguardia, del 18 de enero de 2002, incurriendo en dumping o productos que reciben subsidios.

Aunque tenemos una excelente comisión, la ley que rige la materia es muy compleja para los productores y deja al país sin una adecuada defensa comercial. Quiero señalar que una cosa es negociar un acuerdo, proceso en el cual participé como coordinador de las negociaciones del DR-Cafta, y otra es la implementación del mismo, en el que no solo interviene la parte legal, algo que el Gobierno y la Dirección de Comercio Exterior, han trabajado muy bien.

Se necesitan pasos transcendentales para posicionar los sectores productivos, obedeciendo a una alianza del Gobierno con los sectores empresariales y productores nacionales. El país ha dado, desde otros hasta el actual Gobierno, múltiples beneficios a diversos sectores, como el turismo, el transporte, textiles, zonas fronterizas, el cine, las zonas francas. Pero vemos como sectores que sí lo necesitan, como el campo dominicano y bienes fabricados con productos alimenticios nacionales, no reciben esos beneficios.

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