Desempleo persiste debido a que los empleos decepcionan

La semana pasada LISTÍN DIARIO editorializó sobre la gran cantidad de ofertas de empleos que se han registrado en el país últimamente, sin embargo, concomitantemente las quejas sobre el “desempleo” no cesan, planteaba el editorial.

¿Por qué existe esta incongruencia? El presidente de la Confederación Nacional de la Unidad Sindical (CNUS), Rafael (Pepe) Abreu responde esta pregunta de la siguiente manera: “La verdad es que la gente por lo general acude a las ofertas cuando se publican y trata de acceder a los empleos, pero cuando a veces se encuentra con las condiciones y el tipo de salario que se le plantean, eso provoca cierta decepción”.

Es por esto que, como estableció el editorial, las personas recurren a otras opciones para poder sobrevivir, regularmente emprendiendo proyectos por su propia vía, aunque estos carezcan de los beneficios y derechos que garantiza un empleo formal.

“Mucha gente calcula, a veces, como que no vale la pena embarcarse en un trabajo que no va a satisfacer sus necesidades más perentorias y le va a obligar a endeudarse para completar o como quiera va a tener que hacer siempre algo distinto a lo que está haciendo para poder sobrevivir”, planteó el dirigente sindical.

A la poca estimulación por los bajos salarios se suma el fuerte compromiso horario que exigen las empresas, lo que se convierte en una limitación para la superación personal del empleado, explica Abreu.

Abreu considera que los empleos en zonas francas son más decepcionantes porque allí ni siquiera se otorgan bonificaciones a los empleados. Por tanto, la gente piensa que “no vale la pena” emplearse en esas condiciones, opinó el sindicalista.

Con Abreu coincide un lector de LISTÍN DIARIO, quien comentó lo siguiente en el editorial del jueves pasado:

“El problema es simple, bajo salario y mucha presión no motiva a nadie a enrolarse en eso. Con $7,500 pesos al mes nadie vive y una economía dolarizada con no rendimiento del peso no se puede”, expresó “Elrestaurador”.