Águeda Chalas: 61 años de Pasión por la educación

Ganarse el respeto y la admiración de tanta gente por realizar una labor de forma sostenida durante 61 años no solo consagra, sino que supera la barrera de la abnegación cuando de enseñar se trata.

Quedar madre soltera, cuando dos de sus hijos apenas alcanzaban los 4 y 10 años hasta llevarlos a graduarse como profesionales, vendiendo jalao o cucharadas de café en polvo a chele, es una muestra de que queda gente valiosa.

Se trata de doña Águeda Chalas Mercedes viuda Jiménez, más que profesora y licenciada, maestra de varias generaciones de profesionales, muchos de los cuales hoy son destacados en diversas áreas. Todos le dispensan afectos y la recuerdan con orgullo y agradecimiento.

Esta profesora, quien arriba a sus 85 años, de trato afable y firme, se inició en la educación en 1954 cuando fue escogida por el profesor Luis Alfredo Duvergé (Papito) como alumna del sexto curso para impartir docencia en la Escuela Primaria de Varones de El Seibo.

Ahí se marcó una ejemplar y sostenida carrera que continuó en 1962 a cargo de dos unidades en la ciudad en el área de educación de adultos y que para 1964 estudiaba para maestra normal de segundo grado de enseñanza en la escuela Félix Evaristo Mejía de Santo Domingo.

En ese mismo centro se graduó mención Ciencias; fue nombrada posteriormente en el liceo Sergio Augusto Beras hasta 1984, cuando recibió una pensión del Estado, que arrancó con 5,000 pesos y que en el 2014 fue mejorada.

Doña Águeda, quien desborda una serenidad envidiable, jamás ha dejado la educación, tras su pensión en el Estado pasó al sector privado, siendo contratada por la Universidad Central del Este (UCE) como profesora y coordinadora de la extensión en El Seibo.

Al permanecer por 10 años en la educación universitaria, tampoco se conformó con el receso, ni la despedida. Ha continuado vigente impartiendo clases especiales e individuales sobre Álgebra y Matemáticas a profesores, estudiantes y hasta profesionales de diversos niveles que quieren aprender en esas materiales.

Su familia Es la sexta de 13 hermanos; cinco de los cuales también son profesores; Antonio, Tomasa, Juana (Tula), Apolinar, Lauterio, Mercedes Victoria y Victoria Mercedes, Hipólito, Marcelina, Ana, Virgina y Héctor Julio; todos hijos del matrimonio de Audilio Chalas Santana y Juana Aurelina Mercedes Ubiera.

De su padre agricultor y su madre consagrada al hogar, doña Agueda recuerda: “ Mi mamá me decía que yo me pasaba la noche dando clases de inglés”, se refería a los diálogos mientras dormía, que siempre giraron hacia enseñar.

Su esposo Rodolfo Antonio Jiménez, quien fue empleado público, ocupó varias funciones; en el Seguro Social y Rentas Internas; tras su deceso, quedó a cargo de levantar a sus hijos Roberto Belisario y Agueda Esther Magalis; ingeniero electromecánico y licenciada en Química Industrial, respectivamente. Tiene 5 nietos.

Su legado Esta educadora de 61 años de ejercicio, aún tiene fuerzas para enseñar. Le satisface que muchos de los que pasaron por sus manos hoy son profesionales destacados y, aunque en principio le gustó el Derecho, lo difícil de esa profesión en la era de Trujillo, hizo que volcara su pasión hacia la educación.

El bachillerato lo desarrolló en El Seibo, el magisterio en Santo Domingo y la licenciatura en Matemáticas en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU). “Mi filosofía fue enseñar lo que yo sabía y lo que no para la próxima clase”, refiere.

Admirada por su consagración y responsabilidad, doña Agueda siempre fue de excepción en cuanto al cumplimiento y el respeto de alumnos y profesores. Refiere que la pasión de Valentina Morales, que le impartió docencia en octavo de la Escuela de Varones.

Recuerda profesionales como Eloina Constanzo que le dieron clases de portugués en el bachillerato; Randolfo Bobadilla de Física; Guillermo Aybar de francés, al igual que el abogado Mieses Reyes, en la escuela normal Ranfis Trujillo.

Los escollos A Doña Águeda le tocó impartir clases de Química, Física, Biología, Matemáticas superior, Geometría y Trigonometría; en estas tres últimas estuvo su fuerte y los teoremas con los que se recuerda. Fue directora del liceo cuando el Triunvirato y se mantuvo por cuatro años.

De la mejor época cita: “Fui de familia humilde economicamente, pero con una juventud agradable, sociable. Siempre me gustó trabajar, lo más duro fue cuando murió mi esposo y yo sin trabajo, pero me repuse”.

Se involucró en la creación de nuevos cursos, como directora tras regresar a las aulas en el primer gobierno del presidente Balaguer, del que recuerda como intervino cuando la policía irrumpió en el lugar, tras un incidente en que estudiantes apedrearon un patrulla y pudo evitar un tragedia.

Doña Águeda Chalas comparte su pasión de enseñar, no tan rígidamente como antes, con la lectura, y tejer, sus pasatiempos favoritos. Le encanta la historia dominicana y tiene ciertas posiciones sobre el papel del general Pedro Santana.

“Yo no soy santanista, pero soy realista, hoy en pleno siglo XXI los líderes se comportan como Santana, que era analfabeta”, refiere en desacuerdo con algunos comportamientos.

Ha sido reconocida por el Ministerio de Educación, los Artistas Plásticos, la emisora Radio Seibo, la Asociación de Estudiantes de la UCE y la Asociación de Matemáticas del Este entre otras entidades.

Su recomendación a las actuales generaciones es reconocer que el trabajo de educar es arduo, pero hay que tener paciencia y luchar unidos a los estudiantes; sin decirlo, pero aclara de que hay que ser un ejemplo como ella.

((Aumento La clase magisterial exige alza de salarios Los profesores y demás personal del Ministerio de Educación (Minerd) recibieron un incremento de un 10% en sus salarios a partir del pasado mes de enero, lo que equivale a una erogación, por parte del Gobierno, de RD$7,000 millones. El alza salarial incluyó llevar a RD$14,076 a los pensionados y jubilados del sector educativo que devengan un salario menor a los RD$20,000 por mes, por cuyo concepto el Minerd desembolsará RD$280 millones más este año. Del 2012 a 2016 el incremento porcentual del salario docente fue de 67.18%, por encima del porcentaje de la inflación acumulada en el mismo período, equivalente a un 16.11%.