Las claves para aumentar la resiliencia al cambio climático

La identificación y el desarrollo de variedades de cultivos alimenticios resistentes a períodos prolongados de estiaje, construir lo más apartado posible de costas, playas y desembocaduras de ríos en el mar, proteger y restablecer zonas de manglares, preservar los arrecifes coralinos naturales y cultivarlos en lugares donde se han blanqueado son medidas de adaptación al cambio climático que aumentan la resiliencia del país al fenómeno.

Esas acciones, con las que se pretende dar respuesta a impactos puntuales del cambio climático, fueron sugeridas por el experto Ian Monroe, profesor de Escuela de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Stanford (California, Estados Unidos) durante una visita reciente al país.

Monroe indicó que en la medida en que la temperatura se incrementa, producto de las emisiones descontroladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera, aumenta la evaporación y cambian los patrones de lluvia, provocando eventos hidro-meteorológicos más intensos y sequías prolongadas.

Respecto a la sequía reciente, que relacionó con el fenómeno de El Niño, dijo que el país debe tomar medidas como mejorar los sistemas de almacenamiento de agua y las redes de distribución, a fin de irse preparando para el próximo evento de El Niño, que se prevé será más intenso que el actual.

En el ámbito agrícola, indicó que un impacto del cambio climático es la diseminación de enfermedades que afectan los cultivos, como la roya del café, que se desarrolla más rápidamente en temperaturas cálidas, afectando en algunas zonas hasta el 80 por ciento de la producción cafetalera.

“Al igual que con cultivos resistentes a sequía, hay que identificar los cultivos resistentes a esas enfermedades y empezar a sembrarlos, considerando que las elevaciones superiores comenzarán a parecerse a las temperaturas de tierras más bajas”, indicó.

Mares acidificados El profesor de la Escuela de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Stanford dijo que las emisiones excesivas de dióxido de carbono, uno de los gases que provocan el efecto invernadero, están siendo absorbidas por los océanos generando ambientes más cálidos y acidificados, lo que provoca la muerte de especies como los arrecifes de coral.

Advirtió que de continuar la acidificación de los mares, en un lapso no mayor de 70 años las especies de corales habrán sido blanqueadas, lo que generará la desaparición de arrecifes que, junto con los manglares, tienen la función de proteger las costas. “Para evitar que un océano esté cada vez más cálido y ácido tenemos que proteger los arrecifes que todavía quedan, y proteger y restaurar los bosques de manglares, habitas para la reproducción de peces, y cultivar arrecifes artificiales que vayan reemplazando los que vaya muriendo”, precisó.

Pero el problema del océano es que producto del incremento de la temperatura aumentará el deshielo de zonas de la Antártida y Groenlandia, por lo que el nivel del mar continuará aumentando rápidamente. Dijo que se estima que al final del presente siglo el nivel de los océanos habrá aumentado hasta un metro.

“Esto representa un gran desafío para Santo Domingo, donde hay muchas infraestructuras a lo largo de las costas, así como playas”, dijo. Añadió que un aumento del nivel del mar afectará también el agua potable producto de la intrusión de agua salada en los acuíferos subterráneos.

Las medidas de adaptación que recomendó para estos escenarios fueron construir alejado de las zonas costeras, restablecer bosques de manglares que se constituyan en barreras naturales que protejan contra tormentas violentas y construir barreras artificiales para hacer más lenta la erosión, así como devolver arena a la playa, y g garantizar que existan planes para evitar la intrusión del agua salada en los acuíferos de agua dulce.

Vulnerabilidad La alta vulnerabilidad de República Dominicana viene dada por su condición de isla, su ubicación geográfica, en la ruta de los huracanes del Atlántico y la cantidad de población asentada en zonas de alto riesgo, por lo que tomar medida de adaptación al fenómeno se constituye en una prioridad urgente.

Conforme el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por su sigla en inglés) la vulnerabilidad es el grado en el cual un sistema es susceptible o incapaz de enfrentar los efectos adversos del cambio climático, incluyendo la variabilidad climática y los eventos extremos. La adaptación, en tanto, consiste en prever, prepararse y responder a los posibles impactos del cambio climático.

Este fenómeno ha acelerado la desaparición de especies a tal grado que se afirma que la humanidad se encuentra ante una extinción masiva sin precedentes en la historia que algunos han dado en llamar la Gran Sexta Extinción, subrayó Monroe, experto en cambio climático.

El catedrático estuvo en el país invitado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), a través de su Programa Regional de Cambio Climático; la Fundación Sur Futuro y en Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), de Costa Rica.